_
_
_
_

Policías y civiles armados rodean la Embajada española en La Habana

La tensión por el conflicto con España se desplazó ayer de los despachos diplomáticos a las calles de La Habana, donde desde el lunes corre el rumor de que la Embajada de España podría abrir sus puertas a los disidentes. Desde el martes por la noche, horas después de que decenas de personas tratasen de romper el cordón policial que rodea la legación para refugiarse en su interior, las autoridades cubanas establecieron un fuerte dispositivo de seguridad, formado por más de 150 policías y centenares de civíles armados con palos y bates de béisbol.

Más información
Matutes acusa a quienes critican al Ejecutivo de no ser "buenos españoles"

Los civiles son en su mayoría obreros de la construcción, famosos por sus músculos y su adhesión al Gobierno. Las medidas policiales se extremaron ayer por la mañana, en vísperas de una multitudinaria manifestación organizada por el gobierno cubano frente a un mausoleo situado en el parque situado frente a la Embajada española, en la zona de La Punta. Todos los años, las autoridades conmemoran con una gran marcha y un acto político el 27 de noviembre, fecha del fusilamiento de ocho estudiantes de medicina por el gobierno colonial español en 1871.En esta ocasión, debido a las tensiones con España tras la retirada del plácet al embajador español, Jose Coderch, se especuló con la posibilidad de que la manifestación podría servir de escudo a algunos cubanos para intentar penetrar en la Embajada española. Para prevenir incidentes, la policía cortó el tránsito en las inmediaciones del lugar y montó varios cordones de agentes y de civiles, que impidieron el acceso a la zona.

Sin incidentes

La manifestación, sin embargo, transcurrió sin incidentes, y tampoco hubo ninguna tensión en la explanada donde se celebró el acto central, al que asistieron el vicepresidente cubano, Carlos Lage, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Robaina, y los ministros de Educación Superior, Fernando Vecino, Salud, Carlos Dotres, y Cultura, Armando Hart. Tampoco en los discursos de los oradores hubo referencias directas a España.

La Embajada española, que el martes pidió a las autoridades cubanas un aumento de las medidas de protección, no atendió ayer a la población como medida preventiva. En la residencia del embajador español, Eudaldo Mirapeix, que debe volver a España el 5 de diciembre, la policía también dispuso medidas adicionales de seguridad.

A solicitud de diplomáticos españoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba difundió ayer un comunicado en radio y televisión en el que se afirma que "son totalmente falsos los rumores difundidos sobre el otorgamiento de visados por ese consulado de manera acelerada o extraordinaria, y sin cumplir todos los requisitos que establecen las legislaciones de ambos países".

El martes, varias radios anticastristas de Miami dieron la noticia de que España había dado asilo a algunos cubanos en la Embajada, y reprodujeron con insistencia las declaraciones de José Coderch en octubre al diario Abc, en las que decía que las puertas de la Embajada de España estarán abiertas de par en par a la oposición", lo que fue interpretado por algunos cubanos como una invitación al refugio.

Mientras tanto, el diario comunista Granma publicó ayer un artículo a toda página sobre las mencionadas declaraciones de Coderch, en el que se acusa al diplomático de "transgredir groseramente las más elementales normas del derecho internacional". Granma acusa a Coderch de "insinuar" que la misión diplomática española "podría convertirse en cálida receptora de elementos subversivos que atentan contra el orden y la seguridad nacional". El rotativo relaciona las declaraciones de Coderch con el clima de abierto anticastrismo que predomina en el Gobierno español, el entreguismo de España a los intereses de EE UU y la creciente influencia de "grupos de la extrema derecha de origen cubano de Miami en esferas gubernamentales de España".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_