Vazen, el lunático

sido rayadas con extrañas firmas en el úItimo mes El enigma está en la luna y se llama Vazen. Ese es el nombre que sorprende a los comerciantes de Centro los lunes, cuando antes de abrir echan un vistazo a su escaparate. En ese momento descubren ese nombre extraño, de resonancias subterráneas, cada una de cuyas cinco letras ha sido escrita con tres trazos firmes y profundos. Así: VAZEN. Una firma que en tan sólo cuatro fines de semana ha quedado grabada -al igual que las de Jacen, XBK y AME- en las lunas blindadas de 61 comercios del más céntrico Madrid. Ahí están para demostrarlo los cristales de Chicote, Loewe o Rodier, de los bancos Bilbao Vizcaya o Hispano Americano de la Gran Vía; de la joyería San Luis, en Hortaleza; de la galería de arte de Caja Madrid, en Alberto Figueroa...

Hasta tal punto ha llegado esta locura rayadora que los comerciantes, que cifran los daños en 50 millones de pesetas, han pedido ayuda a la policía e incluso se entrevistarán hoy con el delegado del Gobierno, Pedro Núñez Morgades, para que atrape al escurridizo Vazen.

"A mí me han rayado cuatro lunas blindadas y la broma me va a costar 400.000 pesetas, porque el seguro sólo cubre la rotura", se queja Jesús Pinto, dueño de la librería jurídica Intercódex. Su establecimiento está situado en la zona preferida de Vazen y compañía, aquella que trazan las calles de Hortaleza, Fuencarral, Alberto Figueroa, Barquillo, Corredera Baja, Velarde, Libertad, y Gran Vía. Un núcleo reducido, pero en el que se mueven con total libertad y anonimato.Investigación vecinal

"Es verdad que no sabemos quiénes son con exactitud, pero ya tenemos una idea aproximada", adelanta José Lao, secretario de la Plataforma de Asociaciones Independientes de Vecinos y Comerciantes de Centro. Su hipótesis se basa en un trabajo de campo en el que ha participado activamente el librero Jesús Pinto: "Pues sí, he salido de noche, que es cuando actúan; he recorrido las calles de la zona, he interrogado a vendedores ambulantes, he estudiado la situación de los locales rayados; en fin, que algo hemos sacado en limpio".La investigación vecinal arroja este resultado: Vazen es en realidad, un grupo de menores que, al caer la noche del fin de semana, acude al centro para tomarse copas y sigue la ruta de los bares de la zona. Empiezan en la calle de Velarde, esquina a Corredera Alta, y luego descienden por Fuencarral y Hortaleza, hasta esfumarse en la plaza de Cibeles. A su paso imprimen su firma en los escaparates con un punzón de acero o una punta de diamante. Pura diversión.

A esta conclusión añaden los vecinos dos datos: la pandilla carece de coche y, lo que es más significativo, para volver a casa se sube a los búhos (autobuses nocturnos) de Cibeles. "Son muy jóvenes y han pasado de las pintadas a una forma de expresión más contundente. Curiosamente, no hacen dibujos, ni formas, sólo firmas como la de Vazen", explica Pinto.

Sólo firmas. Vazen y compañía parecen querer buscar la perpetuidad en el espejo de las calles, evitar ser borrados, afirmar su nombre. La policía, tras ser informada por los vecinos, desplegó sus efectivos en la zona para identificarles. De momento no ha tenido éxito, y Vazen, el lunático, sigue dando rienda suelta a su pasión autógrafa.