Los socialistas "estudiarán" dejar el Gobierno tripartito si el PNV no rectifica los "insultos"
Los socialistas vascos exigieron ayer al PNV que rectifique en público o en privado "los insultos" lanzados el pasado domingo por su presidente, Xabier Arzalluz, en Sukarrieta (Vizcaya) para que los pactos del Gobierno tripartito en Euskadi no se resientan. En caso contrario, el PSE convocará una reunión de su comité nacional con el fin de analizar al más alto nivel si rompe con 10 años de acuerdos en las instituciones vascas. El número uno del PSE, Ramón Jáuregui, dijo estar "dispuesto a todo". "No tememos a las lecciones [anticipadas] y no estamos prisioneros de la política de alianzas", advirtió.
El líder del PNV, Xabier Arzalluz, que ha convocado una conferencia de prensa para hoy, llegó a decir en Sukarrieta, durante un homenaje al fundador del nacionalismo vasco, Sabino Arana, que han tenido que taparse "los ojos, la boca, los oídos y, a veces, hasta la nariz para gobernar con los socialistas". Después, concluyó toda una serie de críticas a los jueces que no hablan euskera, a la Constitución y a España, como origen de la violencia, asegurando que, "antes de aguantar determinadas cosas, es mejor, si es preciso, convocar elecciones anticipadas".Si Izquierda Unida (IU) estudiaba anoche la posibilidad de interpelar al lehendakari, José Antonio Ardanza, en el Parlamento de Vitoria para comprobar su grado de coincidencia con el presidente de su partido, el discurso de Arzalluz fue acogido en las filas socialistas con indignación.
El secretario general del PSE, Ramón Jáuregui, telefoneó a Ardanza durante la mañana de ayer para mostrarle su "profundo malestar" y por la tarde lanzó una advertencia al PNV en una rueda de prensa muy concurrida. "El PSE exige", avisó con aspecto de sumo enfado, "que la dirección política el país esté clara en los términos, a filosofía y el espíritu que preside el pacto", así como "una rectificación a los insultos que se han hecho a todos los socialistas vascos".
Si esto no se produce, el PSE, ocio Junto a Eusko Alkartasuna EA) del PNV en el Ejecutivo tripartito, vislumbra dos alternativas: "Una, como dice Arzalluz, convocar las elecciones. No las tenemos. Que lo haga Ardanza. Y otra, convocar a nuestro comité nacional para ver si la continuidad e nuestros pactos tiene sentido".
Jáuregui calificó las palabras de Arzalluz como "extremismo político" y "cúmulo de despropósitos" que se encuentran en la "raíz que alimenta a los violentos". A pesar de ello, sin embargo, dejó muy claro que su intención o es provocar una "crisis institucional".
En relación con ello, el presidente de EA, Carlos Garaikoetxea, está convencido de que los socialistas no se van del Gobierno "ni con agua hirviendo".
A propósito de los comicios antes de tiempo, su portavoz parlamentario, Rafael Larreina, pidió Ardanza que se pronuncie: "Si realmente piensa eso, que convoque una reunión de los socios y hablamos. Debería decir algo".
Proyecto agotado
La oposición al Gobierno que reside Ardanza, el Partido Popular (PP), Izquierda Unida (IU) Unidad Alavesa (UA), cree que as declaraciones de Arzalluz sobre un anticipo electoral confirman la tesis de que quien gobierna en Euskadi es el mandatario el PNV y no el propio lehendakari. "Tenernos un lehendakari con mando a distancia", describió gráficamente la portavoz de UA, Enriqueta Benito.La advertencia de un adelanto electoral sólo fue bien acogida por el PP, que se mostró dispuesto a gobernar. "Tenemos un proyecto", declaró el dirigente de los populares vascos, Carlos Iturgaiz, que calificó de "incendiario" el discurso de Arzalluz, "cuyo único afán parece ser el de apropiarse de cierto, protagonismo y cuyas ocurrencias dominicales no son compartidas por la mayoría de la sociedad vasca", que tiene "otras prioridades".
Según el PP, está muy claro que las palabras de Arzalluz constituyen un síntoma más de que el proyecto de Gobierno PNV-PSE está agotado. "Lo único que queda de él es el deseo de permanencia en el poder", matizó Iturgaiz.
A su vez, Javier Madrazo, coordinador general de IU en Euskadi, comparó a Arzalluz con "un telepredicador" y le restó toda credibilidad: "No ha utilizado la ética ni la coherencia en su política de pactos. Antes, apoyando a Felipe González, y ahora, apoyando a José María Aznar, demuestra una incoherencia a toda prueba".
En la misma línea se pronunció el secretario general de UA, Pablo Mosquera: "Ardanza ha quedado como don Tancredo, aquel personaje que no se enteraba de por dónde venía el toro".
Por otra parte, el Comité de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) sobre la Cuestión Palestina expresó su "enérgica protesta" contra Arzalluz por comparar a Yasir Arafat con ETA -"¿quién ha sido más terrorista?", dijo de él- y le reprochó que "juegue con la dignidad del pueblo fomentando confusión y bajos sentimientos". "Arzalluz, dada su trayectoria, no tiene ninguna autoridad intelectual, ética, moral y política para calificar así", subrayó.
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