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Jean Jacques Lebel exhuma el valor de los 'cadáveres exquisitos'

El Thyssen recobra en una exposición los significados del juego surrealista

El de los cadáveres exquisitos fue uno de los juegos de creación que inventaron los surrealistas. Un juego que puede, seguir teniendo interés para los artistas de hoy por su incitación a la creación en común y la indagación en el subconsciente. Así lo entiende Jean Jacques Lebel, artista, performer y comisario de exposiciones, que presentará a partir del día 29 en el Museo Thyssen una muestra con cien de estas obras. Lebel ha ofrecido esta semana un taller en el que los cadáveres exquisitos se usan como herramienta liberadora para los jóvenes artistas.

Como estímulo ha contado con la participación de algunos internos en centros psiquiátricos, y como punto culminante ha realizado un cadáver exquisito junto al artista Luis Gordillo, el pasado viernes."Los cadáveres exquisitos son a la vez un juego y un proceso de investigación", explica Lebel. "En el año 1925, cuando empieza, es un juego muy subjetivo, en el que no sólo participan pintores famosos como Dalí, Miró, Picasso, Tanguy, Masson, etcétera, sino también poetas como Breton, Eluard, Aragon... Pintores que hacen poesía y poetas que pintan".

La idea de la creación interdisciplinar ha interesado siempre a Lebel. "Es un automatismo colectivo, es como la improvisación en el jazz. El viejo bebop de Charlie Parker y Thelonius Monk. La idea de la improvisación colectiva es muy importante para el arte de nuestro siglo. Los cadáveres exquisitos no son su única forma, pero es una deellas. Es una manera de poner en contacto el subconsciente de uno con el del otro. El resultado puede ser mágico o estúpido. Espero haber escogido los mágicos".

Lebel se refiere a la exposición que presentará en el Museo Thyssen con una selección de 100, entre 350 cadáveres exquisitos. "No me he guiado por la idea clásica de la belleza, sino por la intensidad de cada una de las obras", dice Lebel. "¿Está esa imagen cargada de intensidad o no lo está? Es el único criterio. No miro si lo ha hecho Dalí o un/una desconocida. Me interesa el resultado. Me he fijado también en la técnica, porque a veces son dibujos comunitarios, otras son collages o técnicas mixtas. Es todo muy libre. He estado trabajando en esto durante más de diez años", aclara.

"Trato de hacer cosas fuera del punto de vista conformista y académico. Y digo esto sin presumir, soy una persona llena de dudas. Le advierto que hago un trabajo muy serio de investigación, muy objetivo y estudiado. En lo histórico y estético. Pero también incluyo el punto de vista más enloquecido o libre del artista, la intuición", añade. Lebel cree que los artistas actuales pueden, aprender algo de estas experiencias. "Pienso que lo que necesitamos encontrar hoy en el arte son nuevas formas de estar juntos. Lo comunal. En los últimos años el star system del arte ha acentuado extremadamente el individualismo", dice Lebel que se pregunta: "¿Cómo nos libramos de ese horrible sistema de prostitución que impuso Estados Unidos, convirtiendo a los artistas en esclavos de la industria? Imitando a los surrealistas".

Investigar, no imitar

Lebel quiere dejar claro que en Su taller no va a enseñar "cómo imitar a Dalí o a Ernst". "Pretendo que encontremos un método de investigación de esa libertad que experimentaban con los cadáveres exquisitos. Cómo romper con las ideas y definiciones, académicas de lo que es el arte, la poesía, el performance, el collage. Una forma no dogmática de entender la creación. Y, a la vez, descubrir cosas profundas de cada uno de nosotros. Sólo quiero demostrar que la vida sin esa libertad mental, no es vida".

El taller que desarrolló en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, tuvo varios alicientes. Entre ellas, la invitación del pintor Luis Gordillo y la performer Alicia Ríos para hacer, junto a Lebel y algunos invitados del público, un cadáver exquisito.

Lebel reflexiona sobre su enfoque del taller que ha realizado en Madrid: "Pensé que sería demasiado fácil simplemente plantear uña experiencia colectiva con artistas. La idea de cambiar el concepto de lo normal y lo anormal me atraía. Muchos de los que trabajan en el movimiento antipsiquiátrico usan música, poesía, teatro y pintura en sus terapias, que ayudan a encontrarse a sí mismas a estas personas. Ser de nuevo sujetos y no objetos". Lebel buscó y encontró a algunas personas con problemas psiquiátricos que están trabajando con la pintura y les invitó al taller. "No pretendo ser exótico. Pero si queremos cierta libertad en la aproximación, fuera de los clichés dogmáticos que nos dicen qué es arte, poesía, belleza, fealdad, bueno o malo, tal vez esa gente tenga mucho que decirnos sobre el subconsciente, el dolor, la revulsión, la inspiración de algún tipo. Puede ser muy interesante para ellos ser considerados sujetos de creación y también para nosotros que buscamos una comunicación e intercambio con ellos", finaliza.

Freud, Sade y Trotski

Jean Jacques Lebel (París, 1936) tuvo contacto desde muy joven con algunos de los grandes nombres del arte y fue quien realizó, en 1960, el primer happening en Europa. Desde entonces no ha dejado de crear y también de montar exposiciones en algunos de los grandes centros mundiales, sobre los aspectos menos conocidos de artistas multidisciplinares como Victor Hugo (como pintor), Picabia o Rossini. También es, desde hace años, el gran organizador de festivales de performance, el arte multimedia por excelencia.Su pasión por los cadáveres exquisitos deriva de su interés por la interacción de las artes y también por los elementos que se combinaron entonces para dar como resultado estas experiencias. "Los surrelistas habían descubierto a Freud y sus escritos esos años, en París, y con ellos la noción del subconsciente", explica Lebel. "También habían redescubierto a Sade y con ello una aproximación completamente nueva a la sexualidad, como de algo secreto, oscuro, fantástico. Por último, estaba el factor político. Después de la revolución dadá y el horror de la masacre de la I Guerra Mundial. Ellos eran muy de izquierdas, cercanos a Trotski. Muchos de los participantes de los cadáveres exquisitos eran dirigentes políticos o militantes".

"Ellos inventaron este método de investigación, amistoso, afectuoso, subjetivo. Lo practicaban por las tardes en sus casas y también en vacaciones. En todo, este movimiento, se formaron algunos grupos: Prévert, Tanguy, Masson y Artaud, uno, y en el otro, Breton, Eluard y sus esposas o amantes. Había muchos grupos y en ellos se desarrolló la idea del ser psíquico cornunal".

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