_
_
_
_
_

Detenidos en India 500 activistas durante el Concurso de Miss Mundo

La representante de Grecia ganó el certamen de belleza

La representante de Grecia, Irene Skliva (18 años), se coronó anoche Miss Mundo 1996 en la ciudad india de Bangalore. La noticia acabaría con un punto final si no fuera porque, mientras se celebraba el concurso de belleza en el estadio de Chinnaswamy, afuera la policía detenía a cerca de 500 activistas contrarios al acto y reprimía a otros cientos más con gases lacrimógenos y bastonazos. Ganó Grecia, pero quien sobre todo se alzó con la victoria fue el negocio que rodea el certamen de Miss Mundo 96.

El negocio acabó derrotando en el último minuto, con la ayuda policial y de las unidades paramilitares, a los activistas de todo signo, desde feministas a conservadores musulmanes e hindúes, que desde hace tres semanas se manifestaban en contra de la celebración del concurso.Todo el ruido fue poco para lograr el sabotaje. En el país del Kamasutra la inmensa mayoría se enchufó, como cientos de millones de espectadores en todo el mundo, al espectáculo frívolo del desfile, el mayor espectáculo televisivo de la historia de la India, haciendo oídos sordos a las críticas de sus activos pero minoritarios detractores, para los que el acontecimiento, o bien "degrada a la mujer" o bien "atenta contra los valores indios".

Algo menos de 20.000 espectadores, 11 jueces, 88 bellezas mundiales llenaban el estadio, con un clamoroso hueco dejado por la ausencia de estrellas como Lady Di, el tenista André Agassi o el sultán de Brunei, que ante el alboroto declinaron la invitación.

Sólo horas antes cientos de manifestantes, encabezados por líderes del partido conservador nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), se dirigían hacia el recinto, vigilado por nada menos que 10.000 hombres -y mujeres- de la policía y fuerzas paramilitares y de élite, coreando sus consignas, mitad feministas mitad conservadoras. Pero se toparon con los bastones de caña y las bombas lacrimógenas de 100 policías, y 500 de ellos fueron detenidos violentamente. Los manifestantes contestaron lanzando piedras, petardos y pimienta picante en polvo que enviaron a algunos policías al hospital con los ojos ardiendo.

El celo policial, que sometió la zona del estadio bajo estado de sitio, se debía al temor de que Jagran Sashikala, líder del Forum para el Despertar de las Mujeres, consiguiera acceder al acto con su entrada en la mano como una más de las miles de personas de la alta sociedad india que pagaron entre 53 y 704 dólares por asiento, para, una vez dentro, rociarse con líquido inflamable y prenderse fuego, como había prometido hacer. El guión del concurso no sufrió, sin embargo, ese trágico desenlace.

El espectáculo que se desarrolló en el escenario se atuvo a lo previsto: un popurrí de danzas indias con 430 bailarines en un decorado que remedaba famosas ruinas, y el concurso de belleza en sí, una copia de todos los concursos de belleza, en el que beldades ceñidas a los tópicos que se espera de cada país compitieron por su pasaje desde la India a la fama.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_