Desempleo
Quizá por el hecho de residir fuera de España desde mi niñez apoye con más firmeza el proyecto de creación de una Europa que una a sus pueblos en un compromiso común y evite, una vez por todas, los terribles conflictos que han azotado nuestro continente. Pero algo me preocupa.Nos acercamos a la fecha fijada por Maastricht para la introducción de la moneda única y corre el pánico entre los Gobiernos, que a última hora intentan desesperadamente entrar en el prestigioso euroclub congelando salarios o recortando prestaciones sociales. Los que se creen en situación económica privilegiada amenazan con "examinar con lupa" el cumplimiento de los criterios de convergencia y sancionar duramente al que no los cumpla.
No soy economista para valorar si el euro y los pactos de estabilidad nos garantizan un futuro feliz, un futuro sin 15 millones de parados, que es la primera preocupación de los jóvenes europeos y debería ser en igual medida la de sus Gobiernos. En la lucha contra el desempleo se elaboran catálogos llenos de recomendaciones y buenas intenciones que jamás cumplen sus propósitos. ¿Por qué no se amplían los criterios de Maastricht introduciendo porcentajes máximos de desempleo y mínimos en prestaciones sociales y se castiga con dureza a los países que no los alcancen? Qué estupidez, dirán los economistas.-
. Dillingen/Do., Alemania.