Los mineros presionan al Gobierno con la amenaza de radicalizar sus protestas

La reunión negociadora que esta tarde mantendrá el ministro de Industria, Josep Piqué, con los sindicatos mineros será decisiva para el curso que tomen los acontecimientos en el sector. José Ángel Fernández Villa, líder del poderoso sindicato asturiano SOMA-FIA-UGT, ha asegurado que si el desenlace no es satisfactorio, habrá una respuesta sectorial de ámbito nacional. En León, los ánimos siguen caldeados y ayer una parte importante de los mineros mostraron en las asambleas fuertes discrepancias con la propuesta de CCOO y UGT de suspender las movilizaciones a la espera de ese diálogo.

El principio de acuerdo alcanzado el lunes entre el ministro de Industria y UGT y CC 00 para negociar el futuro del sector no ha convencido a los mineros leoneses que mantienen las huelgas. No obstante, el corte de tráfico en la carretera nacional VI, en Bembibre, que, se prolongaba ininterrumpidamente desde las seis de la tarde del lunes, fue suspendido a primera hora de la tarde de ayer. En este punto se formaron largas colas de vehículos de varios kilómetros.Pese a la llamada a la desconvocatoria de la huelga y las movilizaciones realizadas por CC 00 y UGT, hoy los mineros de Laciana y Fabero (más de 3.000, de los cerca de 8.000 de la provincia) no entrarán a los tajos, y la misma situación se podría observar en las explotaciones mineras del Bierzo Alto (Bembibre), donde estaban convocadas anoche reuniones de delegados sindicales. En estas zonas se esperará al resultado de la entrevista de hoy.

Lanzamiento de huevos

Los líderes de CC OO y UGT de León, Isaac Maurín y Anatolio Diez, respectivamente, presentes en las negociaciones con Piqué, fueron ayer fuertemente contestados por numerosos trabajadores que acudieron a las asambleas en Villablino, Bembibre y Fabero. El momento de mayor tensión se produjo en la concentración celebrada al mediodía en el polideportivo de Bembibre, donde ambos sindicalistas fueron recibidos con huevos y duras críticas al resultado del primer encuentro con el ministro de Industria, Josep Piqué, que se consideraba confuso, escaso e insuficiente para desconvocar las movilizaciones que se desarrollan en la provincia desde hace una semana.

Ambos interlocutores pudieron explicar a duras penas el contenido del acuerdo con Piqué. Diez señaló que el Gobierno ha "retrocedido" en sus planteamientos iniciales sobre el futuro del carbón y resaltó como logros las promesas de efectuar contratos de compra de mineral entre las empresas carboneras y las eléctricas, elaborar un marco estable para el sector, y otros compromisos relacionados con los precios, suministros y ayudas, acuerdos, dijo, que serán supervisados por los sindicatos.

A las fuertes pitadas protagonizadas por grupos de trabajadores, los dos sindicalistas respondieron con llamamientos a la calma y al diálogo. Díez habló de manipulación" de la asamblea, una operación orquestada para deslegitimar a los sindicatos".

El responsable de CC OO, Isaac Maurín, fue más allá: "Esto es gangsterismo empresarial. Estos que tiran los huevos, no se los tiran a su empresario". Maurín denunció públicamente que personal de la empresa Patrasa, se encontraba detrás de ciertos actos fuera del control de los sindicatos.

En Asturias, los sindicatos mineros, a diferencia de los de León, han mantenido hasta ahora una posición de cautela y prudente espera ante el plan del Gobierno para la reducción de ayudas al sector con el fin de no desgastar a los mineros con movilizaciones anticipadas, pero ya advirtieron semanas atrás que si la propuesta ministerial de supresión de ayudas en torno al año 2005 se formaliza oficialmente, lo interpretarán como una "declaración de guerra".

Ahora, Fernández Villa anuncia que si la entrevista de esta tarde en el ministerio "resulta frustrante o insatisfactoria, se convocará una movilización, de ámbito nacional en toda la mine ría del carbón por los. organismos sindicales con competencias federales".

Negociar al máximo

El ministro de Industria aseguraba mientras tanto en Madrid que el Gobierno va a negociar "hasta el agotamiento" una salida a la crisis minera y pidió a los trabajadores paciencia. Y recordó que los recortes de las subvenciones empezarán en 1998. En 1996 hay subvenciones de 182.614 millones y en 1997 están previstos otros 222.520 millones, 100.000 de ellos vía tarifas.

En el encuentro de esta tarde, los sindicatos plantearán como condiciones para evitar la movilización "la modificación sustancial de los planes de liberalización del sector", así como la revisión del plazo concedido para el mantenimiento de las ayudas al carbón y la prevista reducción de su volumen a un ritmo del 12,5% anual desde 1998, porque ello "colocaría a muchas empresas en una situación límite y de muerte dulce que llevaría al sector a un cierre ordenado", según Villa. "Esa disminución es excesiva, haría inviable a las empresas e inhibiría las inversiones en las explotaciones".

Las organizaciones sindicales reclamarán también "un marco contractual entre las compañías eléctricas y las empresas mineras que garanticen los suministros de carbón". Mantener una participación del carbón en la dieta energética nacional del 15%, como pretende garantizar el Gobierno más allá del 2005, es "insuficiente", según los sindicatos, porque ello exigiría una reducción anual entre cinco y seis millones de toneladas.

Los sindicatos también exigirán esta tarde que el Gobierno "defina con concreción cuáles serán las compensaciones territoriales anunciadas para las comarcas mineras y de dónde procederán esos fondos". Villa advirtió que los sindicatos "nunca" aceptarán que las ayudas para la regeneración de las cuencas mineras se condicione al cierre de empresas.