Rusia considera una "tragedia" el fracaso de la misión espacial a Marte
El país será incapaz de enviar otras sondas al planeta rojo
Los científicos rusos responsables del programa Marte-96 aseguraron ayer que las cuatro cápsulas con plutonio-238 que llevaba la nave no representan ningún peligro y se encuentran en el fondo del océano Pacífico, donde cayeron los restos de la sonda espacial lanzada el sábado pasado. Al mismo tiempo, los especialistas calificaron de una verdadera "tragedia" el fracaso sufrido. Además de la pérdida del, aparato y los equipos que llevaba, la escuálida financiación de los programas científicos espaciales rusos puede verse reducida aún más.
La Mars 96 cayó en la madrugada del domingo en el océano Pacífico, según los rusos, mientras que ayer, más o menos a la misma hora -entre la 1:30 y las 2:30 hora peninsular española- se hundió en las mismas aguas el denominado bloque-D, es decir, la cuarta etapa del cohete de lanzamiento, que era la que debía dar la propulsión necesaria a la nave para ponerlo en una órbita desde la que pudiera comenzar su largo viaje a Marte.Precisamente este bloque -la llamada cuarta etapa del cohete- falló, ya que aparentemente no se produjo su segundo encendido. Sin embargo, los especialistas explicaron que no está claro si la causa del fallo está en este bloque o en el sistema de control de la sonda, qué es la que debía dar las órdenes pertinentes para el segundo encendido de la cuarta etapa del cohete. Paradójicamente, el fallo sucedió donde menos se esperaba, ya que la fiabilidad del bloque-D era la más alta de todos los componentes: 99%.
La Mars-96 llevaba cuatro pequeños generadores radiactivos que funcionan con una pilas de plutonio, unos contenedores cilíndricos algo más gruesos que los cartuchos de los rollos fotográficos, Las cuatro cápsulas contienen, en total, 270 gramos de plutonio-238, que puede causar cáncer al pulmón y óseo si es inhalado. Sin embargo, estas pilas estaban construidas para resistir incluso el impacto al llegar a Marte, y, como explicó Stalislav Kulikov, diseñador jefe de la sonda, "fueron probadas en condiciones mucho más severas que las de reentrada en la atmósfera terrestre y caída en el océano", por lo que se descarta que puedan haberse destruido.
Recuperación casi imposible
Los expertos estadounidenses (del U. S. Space Command), que siguieron el rastro de la nave rusa en el espacio, explicaron ayer que no tenían forma de saber si habían sobrevivido trozos de la Mars 96, aunque se supone que las pilas habrán caído intactas en el océano, Informa Reuter. Un oficial de la armada chilena comentó que la recuperación de las piezas es casi imposible: "Este área es una de las de fondo más profundo del mundo. La recuperación, si fuera factible, sería muy difícil". También han podido sobrevivir a la reentrada en la atmósfera los dos módulos taladradores, de dos metros y 65 kilos de peso, diseñados para clavarse en suelo marciano.
Los responsables del programa Marte-96 calculan sus pérdidas en más de 15.000 millones de pesetas. A esto hay que agregar las pérdidas de los países que colaboraban en el programa: 20.000 millones de pesetas en equipos que la sonda llevaba.
Pero el fracaso significa muchísimo más: en lo que queda del siglo Rusia será incapaz de lanzar otros módulos para la investigación del planeta rojo. Además, la Mars-96 significaba trabajo asegurado para decenas o cientos de especialistas durante varios años: el solo viaje a Marte duraría nueve meses y después la sonda funcionaría entre uno y cuatro años.
Los enemigos de las investigaciones científicas espaciales abundan en Rusia y lo sucedido con la Mars-96 puede ser utilizado para reducir aún más los ya precarios fondos que se destinan a ellas, explicó Yuri Milov, vicepresidente de la Agencia Espacial Rusa. "Ahora estamos en el umbral de la corrección de nuestros programas científicos y, por supuesto, deberemos tener en cuenta este fracaso", agregó.
El programa Marte-96 era el más ambicioso de los últimos tiempos y en él participaban una veintena de países, entre ellos España. En el futuro próximo no hay nada que se le iguale y el programa científico espacial de los rusos prácticamente no contempla en este siglo otras investigaciones planetarias.
"Nuestra situación financiera es muy difícil", dijo Milov, quien comentó que no creía qué los países participantes en la misión hicieran reclamaciones contra Rusia. "Los equipos iban embarcados gratis, a cargo de los expertos extranjeros, pero es penoso para nosotros el gasto que han hecho para nada".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.