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Abdución fatal

Un café reúne a conocidos de los extraterrestres para presentar un 'fanzine'

Madrid "Hago montañas con el puré de patatas y cuando veo a ET me pongo cachonda", reconocía Rocío, una voluntaria que salió del público para someterse, la noche del, sábado en el escenario del café de La Palma, a un proceso de regresión con el doctor Bernabé Fagan, experto en tales menesteres. Era el anuncia do encuentro entre los abducidos -personas temporalmente se cuestradas por seres de otros planetas y devueltos a la Tierra que viven en Madrid, y que celebraban una fiesta para intercambiar experiencias y conocimientos adquiridos en sus abduciones. En la misteriosa noche de la capital, cualquiera pudo sentir el sábado que, por un momento, podría producirse un encuentro en la tercera fase, y así, multitud de curiosos acudieron al lugar, aunque. éste no fuera ' el más pro picio. Se trata de uno de los cafés más concurridos del barrio de Maravillas y, al parecer, esos en cuentros sólo tienen lugar en carreteras solitarias o páramos desolados, a altas horas de la madrugada y sin más testigos que uno mismo.

Pero todo podía ser posible. Incluso en algunos Momentos se sospechó que la agente Scully y su compañero Mudler se iban a pasar por el local a investigar cualquier expediente X La cosa pintaba se ria. Desde varios días. antes, en los bares y farolas de la zona se leían con inusitado interés las proclamas que invitaban al acto. Entre los que iban a asistir figuraban, entre otros; una tal Carmen Serena, especializa da en traumas sexuales interplanetarios; Evita Lowenstein, famosa escritora contactada; Betty Missiego, cantante abducida, o Manuel Berrocal, vicepresidente de la Asociación de Parapsicología Españo la. El convocante era el colectivo ACERO (Asociación de Contacta dos Europeos con Recuerdos Oclusivos).

Este colectivo edita un Janzine con el nombre de Advertencia y toda la fiesta era una simpática broma para presentar su número 1. Por 250 pesetas, esta revista marginal contra el engaño alienígena ha nacido "para suplir el vacío informativo, que el Gobiémo se ve incapaz de asumir", según expresó C. Musigma, su director, cuando se dirigió al público asistente. Luego, invitó a compartir escenario con él a todas aquellas personas que hubieran vivido una experiencia de abdución y el café se convirtió en un desfile variopinto de individuos de cara blanca pintada con una franja negra en los ojos., "Busco una polla terrestre", proclamó la más sexy de los abducidos; "le ofrecemos viajes a Marte y un plan de seguro interespacial", aseguró otro. "Busco a mi mamá, ¿ustedes la han visto?", reclamaba un. tercer abducido enseñando un retrato de su mamá alienígena.

"Jo, yo m e creía que esto iba en serio", reconocía un decepcionado cliente del café. Acudió al local convencido de que esa noche podía conocer a alguien que realmente hubiera tenido una experiencia seria de abdución.

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