Inhumanidad
Pocas cosas revelan más la peste de inhumanidad que nos va carcomiendo que el escuchar al portavoz de los bomberos de Madrid describir ante los medios de difusión un suceso en el que ya se había constatado al menos un muerto y diversos heridos como sólo un incidente. ¿Cuántas víctimas mortales harían falta para que ese vulgar incidente tuviera al menos la consideración, de accidente, o incluso de desgracia o tragedia, aunque no llegara a la categoría de desastre o catástrofe?Más que a otros hechos menos dañinos y escandalosos, los medios de difusión deberían censurar actitudes tan impúdicas y no reproducirlas sin un comentario de repulsa. Pero no faltan entre los que también se dejan llevar, e incluso colaboran a esa epidemia de cruel inhumanidad. Algo tan lamentable como ya corriente.-