_
_
_
_
_
Reportaje:

'Bollywood' contra Hollywood

La industria cinemato gráfica india lucha contra la norteamericana con casi el triple de películas

ENVIADO ESPECIALBombay, y no Hollywood, es la capital mundial del cine. Al menos en cantidad. De los estudios de la India salen cada año más del doble de películas que de los norteamericanos, y unas trescientas de ellas son fabrica das a uña de caballo en lo que en la India y toda Asia se ha dado en llamar Bollywood, palabra que amalgama tanto el reconocimiento a la auténtica meca del cine como la desvergonzada copia de lo que llegá de los estudios de Los Angeles. Como casi todo en la India, las cifras son descomunales: 800 películas producidas al año en una veintena de lenguas, 13 mi llones de entradas vendidas cada día, 13.000 salas cinematográficas. Es una industria de masas, para las masas, volcada hacia el escapismo y en la que autores reverenciados en Occidente, como Satiajit Ray, son en la práctica arte y ensayo puro y duro.

Más información
Los 'dioses' pasan del cine

El equivalente indio a los estudios Universal hollywoodienses es Film City, unas 300 hectáreas de terreno a las afueras de Bombay, la capital económica y financiera de la India., a las que se llega tras una penosa travesía por una carretera bacheada y fianqueada de chabolas, en ajustada parábola de lo que es el cine indio, un mundo de brillo, riqueza, excesos y glamour ajeno a la realidad.Como dice un crítico local, "para qué va a querer la gente ver la pobreza en el, cine si ya la ve en la calle"..

Se ruedan también algunas películas que giran sobre lo que en la India llaman cuestiones sociales (pobreza, desempleo, la dote matrimonial de la mujer), pero están abocadas al fracaso. El único caso reciente de éxito de público vinculado a la realidad ha sido La reina de los bandidos, una historia dirigida por Shekar Kapur basada en el hecho real de la mortal venganza que ejecuta una mujer de casta baja, Phoolan Devi, hoy convertida en parlamentaria, sobre sus violadores. "Fue un éxito por motivos ajenos al propio cine", en opinión de Amit Khanna, director de Plus Channel, un consorcio indio sin vinculación con el grupo europeo de nombre semejante que produce cine, series, musicales e informativos para la recién diversificada televisión.

Dudoso hito

Khanna cree que fue el morbo lo que atrajo a millones de espectadores a ver la peripecia de Devi, y no comparte la opinión de algunos críticos que presentan ese filme como un cruce de Satiayit Ray y Sam Peckinpah a partir del cual nada será igual en la industria del cine indio, como ambicionan las jóvenes generaciones recién salidas del Instituto de Cine y la Television de Puna, la única escuela del cine de todo el subcontinente.Pero los profesionales de renombre están en otra onda. "La gente quiere ilusiones, estilos de vida palaciegos", en palabras dé un cínico dispuesto a dar al público lo que desea. Películas como Misión imposible o Parque Jurásico, que consiguió en taquilla la cifra sin precedentes para un filme extranjero de cinco millones de dólares (unos 650 millones de pesetas), atraen mucho menos que historias locales como la qué tuvo como argumento una boda y un funeral, con un perrito de coprotagonista, que logró la friolera de 50 millones de dólares con sólo dos millones de presupuesto. "Las películas indias reflejan la vida urbana y de clase media alta para un público que es pobre con aspiraciones", dice Khanna. "A la clase media lo que le interesa es la televisión".

El productor Romu Sippy se lo cuenta así al escritor norteamericano- de origen indio Pico Iyer: "Lo que hay que tener siempre en cuenta es que la inteligencia del espectador medio es de once años". Y que dos de cada tres son analfabetos. De ahí los ingredientes clásicos repetidos hasta la saciedad, según el recuento del propio Sippy Desde luego, el chico y la chica buenos, los protaganistas en tomo a los que gira una plétora de personajes característicos como el amigo del héroe, la mujer fatal y el malo muy malo. Si el chico es rico, la heroina es pobre, y viceversa. Si el protagonista es pobre, además debe es tar cargado con una madre anciana, y si la chica es rica tiene un padre difícil.

Besos prohibidos

Todo ello para una historia de amor, celos y venganza, con mucha acción, media docena de canciones a dúo en la que la protagonista canta en fflay-back sobre la voz agudísima de Lata Mangeslikar-en el Guinness de los récords por los miles de canciones grabadas a lo largo de los años- y torrentes de insinuaciones, sexuales, no en vano el cine indio tiene prohibidos los besos y lo que les acompaña. Así, durante las dos horas y media de promedio de cada filme, que cuentan con un presupuesto de entre uno y tres millones de dólares si la película es en hindi, la lengua más hablada de la India. Ese presupuesto se reduce a, la mitad si la cinta está rodada en cualesquiera de las otras lenguas, la más potente de la cuales en el cine es el tamil, con capital en una Madrás que aspira a despojar a Bombay de su posición de privilegio con su Film City y otra. veintena de estudios menores.Son películas extrañas al gusto occidental que, sin embargo, se enseñorean de los cines del gigantesco arco que va del Mediterráneo oriental a Indonesia, y que sólo en el 10% de los casos dan dinero; otro 20% cubre gas tos, y el resto, nada menos que el 70%, produce unas pérdidas anuales que rondan los 200 mi llones de dólares, según Khanna, quien estima que sólo llega a estrenarse una de cada tres películas que se empiezan. Lo de por qué hay gente dispuesta a invertir en un sector con tan pocas garantías de éxito lo atribuye Khanna a que "el glamour atrae al capital". Otros hablan de dinero negro y de financiación procedente de los bajos fondos que buscan su tajada en los 700 millones de dólares anuales que produce la industria, 500 de la explotación en salag, 100 de la venta de discos y casetes y otros 100 de derechos de televisión.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_