En el alero
Los inversores consideraron que la fuerte subida de Wall Street en la sesión del miércoles tenía más de distribución de papel que de apuesta por el futuro, y procedieron a retirar beneficios a toda prisa, situación que también se dio en los mercados de deuda. La única duda, y era de peso, estaba en la relativa facilidad con que el dinero absorbía el escaso papel que buscaba la retirada del mercado, con lo que al final las cosas apenas cambiaron para el mercado español. La rentabilidad de la deuda a 10 años cerró en el 7,54%, el diferencial con Alemania se mantenía en 1,63 puntos y la bolsa se permitió un nuevo máximo histórico al subir 45 centésimas.La contratación fue de 28.000 millones de pesetas efectivas, una cifra demasiado baja como para tomarse en serio el resultado obtenido. La Bolsa de Nueva York registró oscilaciones relativamente fuertes en las dos primeras horas de sesión, con un recorte de 27 puntos y un avance de 20 que contribuyeron a aumentar la inquietud en el resto de los mercados. Madrid subió un 0,12% y el Ibex 35 el 0,15%.
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