España apoya la versión suave de la UE sobre el Pacto de Estabilidad
"Nos parece bastante razonable la posición de la Comisión Europea" sobre el Pacto de Estabilidad, manifestó ayer el director general del Tesoro, Jaime Caruana. El Gobierno está de acuerdo en que "no sólo se trata de hacer esfuerzos puntuales [para acceder a la moneda única], sino un esfuerzo continuado de saneamiento de las finanzas públicas", añadió.
Con esta declaración, el Gobierno apoyaba públicamente la versión suave del Pacto de Estabilidad elaborada por Bruselas, que aunque establece una impresionante escala de sanciones para los países ultradeficitarios, permite una lectura política de la eximente de las sanciones si se producen "circunstancias extraordinarias y temporales". Esa flexibilidad enfrenta a Bruselas con el Bundesbank, partidario de acotar la eximente, limitándola a una eventual recesión de dos puntos en cuatro trimestres.El Gobierno de Bonn ha manifestado su apoyo al banco emisor alemán, amenazando con que si el Pacto no es suficientemente duro, establecerá tratados bilaterales de estabilidad con todos los países que accedan al euro, fuera del marco comunitario.
El Comité Monetario se reunió ayer en Bruselas para discutir del asunto y preparar así el Ecofin del próximo lunes, pero Caruana -al igual que los otros miembros del organismo, sometido a un pacto de silencio sobre sus discusiones rehuyó detallar el debate, más allá de explicar la posición global española. Quien sí se opuso a un eventual aplazamiento del Pacto por la posible presión alemana fue el comisario de Asuntos Monetarios, Yves-Thibault de Silguy.
La Comisión aprobó ayer la propuesta de no sancionar a España con la suspensión del Fondo de Cohesión (ver EL PAÍS del martes) por el aumento del déficit de 1995.
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