Patrimonio quiere abrir en 1998 la Capilla del Obispo, cerrada 13 años

La Capilla del Obispo, una joya renacentista de Madrid cerrada al público desde hace 13 años, podría abrir sus puertas en 1998. Así lo ha manifestado el director general de Patrimonio Cultural del Gobierno regional, José Manuel Rueda, según informa Europa Press."En 1997 se quiere acabar el plan director para integrar todas las acciones que se han venido haciendo en la iglesia de San Andrés [que forma un conjunto de gran valor artístico junto a las, capillas de San Isidro y del Obispo] y abrir la Capilla del Obispo al público en el ejercicio económico del año que viene o el siguiente", explica Rueda.

"Lo que se pretende es dar un impulso definitivo a una obra que ha venido teniendo una situación un poco lánguida en los últimos tiempos", añade.

Según Rueda, los trabajos necesarios en la capilla del Obispo son -el arreglo de las cubiertas y los acabados interiores, asi como la reparación de su claustro de acceso. El director general asegura que el templo no sufre daños importantes pese a su abandono, y asegura que aún no se sabe cuánto costará terminar la restauración de todo este conjunto arquitectónico.

En breve comenzarán las obras de restauración de las cubiertas y el interior de la iglesia de San Andrés, aneja a la capilla, que debían estar ya en ejecución desde antes del verano. Estos trabajos, presupuestados en 309 millones, están ya adjudicados a una constructora.

Propiedad de la Iglesia

La Capilla del Obispo se levantó en el siglo XVI para albergar los restos de San Isidro, aunque la osamenta del santo castizo sólo permaneció en ella durante tres décadas. En 1980 la Casa de Alba la cedió al obispado de Madrid. Dos años después fue restaurada por encargo del Ministerio de Cultura, y en ella llegó a representarse un espectáculo basado en Los milagros de Nuestra Señora, de Gonzalo de Berceo.

Pero los responsables regionales de Patrimonio Cultural consideraron que sus accesos -la sala capitular y el claustro- no estaban en condiciones de recibir visitas con asiduidad. La presencia de inquilinos en sus dependencias de acceso, hasta su desalojo de 1985 a 1990, y la realización de catas arqueológicas crearon nuevos obstáculos para su utilización.

Una vez realizadas reparaciones de urgencia, la Comunidad intentó llegar a un acuerdo con el obispado para arreglar las dependencias anejas a la capilla y abrir ésta al público. Pero el convenio nunca llegó a buen puerto. La Iglesia y el Ejecutivo socialista no se ponían de acuerdo sobre el uso del templo. El obispado quería instalar la Academia de Arte e Historia de San Dámaso (la academia de Bellas Artes de la Iglesia), y el Gobierno presidido entonces por Joaquín Leguina planteaba un museo o una sala de conciertos sacros.