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Entrevista:

"La Comunidad es la que menos ayuda al teatro infantil"

Escribe teatro para niños desde hace 25 años. Sus obras no se han limitado a España y han llegado a escenarios de Rusia, Venezuela o Cuba; en el último año ha formado con profesionales de las más variadas disciplinas, el colectivo de El Rinoceronte Rojo, que pretende poner su grano de arena en la prupuesta de una cultura alternativa para chavales. Es referente obligado en el campo de la pedagogía de los medios audiovisuales. Su amplio currículo guarda algunas perlas, como su trabajo en el cine con Buster Keaton y John Lennon o haber estrenado en el Centro Dramático Nacional.Pregunta. Es raro que un autor consagrado escriba textos dramáticos para niños.

Respuesta. Varios factores influyen: la escritura para niños tiene poca consideración, también hay autores que no creen preciso un teatro específico, en el aspecto económico, los mínimos derechos de autor que genera. La Sociedad General de Autores de España se supervisa las actuaciones en los circuitos marginales donde se produce ese teatro.

P. Usted es la excepción, hace poco coincidieron dos obras suyas en la cartelera madrileña, La risa de la luna y Las maravillas del teatro.

R. También hay autores que se quedan al margen por desconfiar del rigor profesional de algunos grupos. Es importante que los autores colaboren, como yo suelo hacer, en el proceso de creación. El autor que desconozca lo estadios de desarrollo del niño y su capacidad para percibir hechos artísticos sutiles enriquece su trabajo si colabora con un compañía que sí conoce ese mundo.

P. ¿Por qué esa desconfianza?

R. Muchas veces se le ofrece al niño un teatro estereotipado paternalista e infantilizado. El niño comprende mucho más de lo que cierros adultos imaginan.

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P. Durante 10 años ha sido coprogramador de las Semanas Internacionales. ¿Cuál es el panorama fuera de España?

R. Mucho más estable y con más apoyo institucional y social. Los centro estables del teatro para la infancia y la juventud son tan habituales como nuevos centros dramáticos. Sus propias instituciones lo difunden por el mundo.

P. Es, por tanto, cuestión de ayudas.

R. Es cuestión de elevar la calidad, el sentido de un teatro contemporáneo para niños; hay que indagar en su mundo, en sus percepciones. Sólo así podremos dignificar el sector. Es también importante dejar hueco a una programación familiar en los teatros públicos.

P. ¿Cuál es la situación en Madrid?

R. Es la Comunidad donde menos ayudas económicas y de fomento se dan.

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