Esconder la realidad
Informadas por el artículo de la contraportada, aparecido el 18 de octubre, referente a la boda del señor Álvarez Cascos con Gema Ruiz, declaramos no tener nada que objetar al hecho de su enlace como asunto privado que es, pero nos preguntamos el derecho que pueda tener el Ayuntamiento de Córdoba para hacer dispendios a costa del contribuyente y "arreglar jardines, asfaltar calles (que nunca se hubieran asfaltado de no haber boda) y poner macetas para alegrar el trayecto a la comitiva".Siempre me ha llamado la atención que cuando algún personaje del Gobierno visita cualquier rincón del país se trate de esconder la realidad, cuando lo correcto sería que la verdad pura y dura resplandeciese para que el personaje en cuestión tomara nota. Pero, muy al con trario, ésta se suele camuflar hasta el absurdo.
Me pregunto por qué los cordobeses, que con toda seguridad tendrán problemas, al menos una parte, para llegar a fin de mes o para encontrar un trabajo, cobrar un subsidio, etcétera, deben contemplar los gastos que supone un acontecimiento privado, que debería estar sufragado con dinero igualmente privado, incluido el uso de policías municipales, civiles, antidisturbios y escoltas.
Me parece bien que velemos por la seguridad personal de un cargo público, pero de ahí a prepararle una boda, oigan, que vendan la exclusiva y se lo pague cualquier revista del corazón, o, lo que sería más correcto, se casen como otros ciudadanos que celebran su enlace civil.-
