Nueva música para Falla

A teatro lleno inició la Orquesta Nacional sus ciclos regulares de abono. En el programa, dirigido por Odón Alonso, se incluía un casi estreno madrileño de Claudio Prieto, la actuación del excelente violinista Julian Rachilin y una selección de fragmentos de Tannhäuser. En su Preludio a don Manuel, de 1995, Prieto trabaja con autenticidad. No bordea Falla ni lo cita para dedicarle su admiración con palabras propias y el dominio habitual en el músico palentino.El concierto de Brahms en manos del violinista Rachilin resultó virtuosista, sensible y transparente. Y, en fin, Odón Alonso dirigió los fragmentos más significativos de Tannhäuser: obertura (según la versión de París), bacanal, coro de pe regrinos y marcha. Todo salió bien dentro de una línea rigurosa, expresiva y brillante, y la audiencia ovacionó largamente al maestro leonés, al Coro y a la Orquesta nacionales, que actuaron con verdadera calidad. Fue un excelente comienzo de ciclo.