Falla el penúltimo intento del coronel por zafarse de la jurisdicción militar

El conflicto de jurisdicción planteado por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón beneficiaba, objetivamente, la estrategia del coronel Juan Alberto Perote; quien, desde que fue detenido en junio de 1995, ha intentado reiteradamente zafarse del juez militar Jesús Palomino.La decisión del Tribunal Supremo supone que la jurisdicción militar seguirá instruyendo el sumario abierto contra el ex agente del Cesid por guardar en su celda documentación secreta.

Pero éste no es el único proceso abierto contra Perote en los tribunales castrenses. El principal procedimiento al que debe enfrentarse el coronel es el que se instruye por la presunta sustracción de 1.245 microfichas del Cesid cuando fue separado del centro, en noviembre de 1991.

Dicho sumario ha sido ya concluido por el juez Palomino y el fiscal militar ha elevado sus conclusiones provisionales, en las que solicita 10 años de cárcel para el antiguo jefe de la Agrupación Operativa del servicio secreto.

También en este caso, sin embargo, ha intentado Perote escapar a la competencia de la jurisdicción militar. El mes pasado, cuando debía presentar sus conclusiones provisionales, el abogado Jesús Santaella, defensor de Perote y de Conde, planteó una declinatoria de jurisdicción. Se trata de un procedimiento para que la jurisdicción militar se inhiba del caso y lo traslade a los tribunales civiles, preferentemente a la Audiencia Nacional. Es decir: el mismo objetivo que perseguía Garzón, pero por otros medios.

El Tribunal Militar Central no se ha pronunciado todavía sobre la petición de Santaella, pero es probable que, si el fallo fuera desfavorable para sus intereses, el abogado recurra al Supremo.

Este recurso retrasaría todavía más el juicio militar contra Perote, que ya acumula un considerable retraso, lo que no parece preocupar al letrado pese a que su cliente se encuentra mientras tanto en prisión preventiva.