Nueva Izquierda pide una oposición conjunta en Madrid contra el PP
No es que la derecha sea buena. Y la izquierda, mala. Es que la izquierda ha sido incapaz de trabajar junta. Y eso que Madrid ha sido la región que más ha sufrido los efectos de un Gobierno del PP, en sus tres niveles, local, regional y estatal. Ése es el diagnóstico que se hace en el documento que Isabel Vilallonga ha presentado en el congreso constituyente del Partido Democrático de la Nueva Izquierda celebrado este fin de semana.En la comisión gestora se encuentran entre otros, Isabel Vilallonga, Javier Doz y Enrique del Olmo. Los dos primeros fueron diputados regionales.
El nuevo partido, que orgánicamente sigue formando parte de IU, hace una convocatoria abierta a la gente de izquierdas -"afiliadas o no"- para establecer frentes comunes que permitan la creación de una oposición al Partido Popular (PP).
Madrid puede haber sido la región en la que la izquierda más ha hablado de renovación, pero el documento constata, sin embargo, una falta de "renovación en la izquierda madrileña".
Vilallonga dibuja un sombrío panorama de la región. No sólo no se ha producido una reactivación económica, como cabría esperar en una comunidad que no tiene las hipotecas de otras, al estar gobernada por el PP en holgada mayoría, sino que ha habido un retroceso significativo en los principales capítulos sociales y económicos.
En vivienda, por ejemplo, el documento denuncia una política del Gobierno regional encaminada a favorecer la vivienda libre frente a la pública.
Los datos contenidos en el documento señalan como prueba de estas dificultades que para acceder a una vivienda libre, un cabeza de familia media tiene que destinar a ese fin su salario, íntegro durante ocho años.
El fervor mariano del PP
En el terreno cultural, el análisis cae casi en la ironía cuando apunta que "no puede negarse que el PP tiene una política cultural: la del chotis, los chirimbolos y el fervor mariano". Y hace un recorrido sobre las actuaciones más polémicas de los diferentes Gobiernos del PP.Ante este panorama, el documento se pregunta cómo es posible que la izquierda no haya podido recomponer su mayoría en Madrid. En opinión de los autores del texto, Madrid sufrió más que otras regiones las consecuencias políticas de los escándalos protagonizados por el Gobierno anterior -GAL, corrupción-, y no ha sabido después articular la unidad de la izquierda. Como ejemplo de esta incapacidad de unir esfuerzos se cita el caso del Ayuntamiento de la capital. Hace dos años fracasó un intento de situar a Cristina Almeida como cabeza de una lista única de IU y PSOE en la capital.
Vilallonga planteó al final de su informe la necesidad de organizar plataformas comunes y convocar en todos los municipios conferencias de la izquierda que puedan conducir a un proyecto conjunto, incluso electoral.
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