Córdoba 'se peina' para la boda

El vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, de 49 años, se casa mañana en Córdoba joven rubia de 22 años llamada Gema María Ruiz Cuadrado. Este sencillo enunciado se ha convertido en un auténtico acontecimiento para esta ciudad y motivo de tertulias, pues todo el mundo intercambia datos.El enlace de un maduro divorciado y una chica joven siempre despierta interés, pero el morbo se dispara si el novio es el vicepresidente del Gobierno. Y como la boda es civil, el Ayuntamiento de Córdoba actúa de anfitrión, un papel que se ha tomado muy a pecho el gobierno municipal, del PP. No en vano estará en Córdoba la plana mayor del Gobierno, con José María Aznar a la cabeza. La ciudad tiene que estar bonita, han reflexionado los concejales del PP, y los operarios municipales se han lanzado a asfaltar calles, arreglar jardines y a poner macetas para alegrar el trayecto que seguirá la comitiva nupcial desde el Alcázar de los Reyes Cristianos, donde se celebra la ceremonia, hasta el lugar del convite.

Frente al Alcázar había ayer un elemento extraño, capaz de alterar el idílico paisaje urbano que se quiere ofrecer a las cámaras de televisión. Son 10 tiendas de campaña plantadas por un grupo de okupas desalojados recientemente de un edificio histórico en el que se habían instalado. Otro elemento extraño lo constituye el amplio despliegue policial que desde hace una semana está peinando la capital.

El Alcázar de los Reyes Cristianos vivirá mañana su primera boda de etiqueta. El alcalde de Córdoba, Rafael Merino, se pondrá traje para casar a una pareja una hora antes de acicalarse con el chaqué para unir en matrimonio a Francisco y a Gema. A la ceremonia asisten 150 invitados y los 250 restantes esperarán en el restaurante, ya que el salón de los mosaicos del Alcázar no tiene capacidad para albergar a todos los invitados, entre los que figuran, además de los miembros del Gobierno, presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP y varios alcaldes. El coordinador general de IU, Julio Anguita, ha sido invitado a la boda, pero no acudirá. Fuentes cercanas a la familia de la novia han asegurado que Félipe González no aparecía en la lista de convocados.

Los padrinos de los contrayentes serán el padre de la novia, Juan Rafael Ruiz Baena, y la madre del novio, Consuelo Fernández Junquera. Las alianzas que se pondrán los contrayentes es un regalo de la Asociación de Joyeros de Córdoba. El traje de la novia es una creación de los modistas Vittorio & Lucchino, un sevillano y un cordobés. En cuanto a los regalos, algo se sabe de los que van llegado a casa de la novia, enviados por familiares y que son los habituales en estos casos: vajillas, cristalerías, objetos de decoración.

La ceremonia civil no durará más de diez minutos. Una vez casados, Francisco y Gema deberán cruzar la ciudad de punta a punta, para lo que probablemente se les habilite una vía rápida. Una vez en el Brillante, un barrio residencial al pie de la sierra, los recibirá José García Marín, chef y propietario del restaurante Las Palmeras del Caballo Rojo, que guarda celosamente la composición del menú. El precio del cubierto oscila entre las 7.000 y 8.000 pesetas. La fiesta se prolongará con barra libre y chocolate con churros hasta el amanecer. El viaje de novios es el secreto mejor guardado. Aunque tampoco hay mucha información sobre el despliegue policial. Se sabe que Interior desplazará unos 200 antidisturbios de Sevilla y Málaga a Córdoba. Pero las cifras del plan se guardan con sigilo. Y es que "ellos quieren que sea un tema privado, y no desean que se dé información y que se saque de contexto". Así lo explica el comisario jefe de Córdoba, José Luis Fernández Delgado, que no aclara quiénes son ellos. El despliegue de fuerza pública superará con creces las 200 personas, ya que a los antidisturbios se sumarán municipales, guardias civiles, escoltas y policías de Córdoba.