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Una pareja manipulaba cajeros automáticos para robar tarjetas

El matrimonio formado por José C. O. y Gabriela B. V., ambos de 37 años, habían descubierto un filón en los cajeros automáticos. La pareja, detenida el martes, se dedicaba a manipularlos para robar a los usuarios. El truco, según la policía, consistía en introducir en la ranura de entrada del cajero una finísima lengüeta de plástico. Ésta impedía la lectura de la banda magnética de la tarjeta, que de este modo quedaba atrapada.Acto seguido salían del banco y esperaban a que llegase alguien. El usuario introducía su tarjeta y ésta se quedaba atascada. En ese momento aparecía el matrimonio, que se hacía acompañar por su hijo de seis años. Ambos explicaban que a ellos les había ocurrido lo mismo, y que la única forma de salir del apuro era marcar tres veces el número secreto -lo que les permitía memorizarlo-.

Cuando el aludido hacía lo indicado sin obtener ningún resultado, se mostraban sorprendidos. Y una vez que se había marchado, sacaban con una pinza la lengüeta. Inmediatamente, el cajero escupía la tarjeta.

La policía sostiene que con este sistema llegaron a robar a seis personas un total de dos millones de pesetas. La pista que permitió su detención fue el uso de una tarjeta en un hotel de lujo de Sevilla, ciudad en la que habían sacado 20 billetes del AVE, a diferentes horas, para volver cuando les apeteciera.

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