Hacienda reclama al Barça y al Madrid 9.000 millones por los derechos de imagen
La intervención de Hacienda en la cuestión de los derechos de imagen de los clubes de fútbol llegó ayer a su fase final. El FC Barcelona recibió ayer tarde el acta de liquidación de la- Oficina Nacional de Inspección de la Agencia Tributaria, que implica que le reclama efectivamente más de 5.000 millones de pesetas-por los llamados derechos de imagen y los correspondientes intereses. En el caso del Real Madrid, el acta fue recibida por sus asesores a las cinco de la tarde de ayer y la cifra es de 3.500 millones; en ella se incluyen, además de los derechos de imagen, algunas irregularidades inmobiliarias. El acta permite presentar un recurso antes de 15 días y los clubes esperan que dentrás tanto el Parlamento apruebe una regulación de los derechos de imagen -que deje sin argumentos la reclamación de la Agencia Tributaria.
Hoy hace seis meses justos que el club azulgrana presentó sus alegaciones contra el acta de propuesta de reclamación de la Inspección de Hacienda, por lo que la Oficina Nacional de Inspección , unidad de la Agencia Tributaria encargada de elaborar el acta de liquidación, estaba obligada a presentarla.Si la Agencia- Tributaria no hubiese presentado ayer su acta de liquidación, el último trámite de- la inspección, que implica la obligación de pagar las cantidades reclamadas, habría prescrito uno de los ejercicios sometidos a inspección. La inspección abarca los ejercicios que van de 1990 al primer semestre de 1993.
Los responsables de los clubes recibieron ayer con estupefacción el acta de la agencia. Máxime cuando el Gobierno incluyó en la ley de acompañamiento financiero a los presupuestos de 1997 una aclaración sobre la consideración de los derechos de imagen.
En opinión de los directivos de ambas entidades deportivas, lo lógico hubiera sido que la agencia utilizase esa propuesta incluida en la ley de acompañamiento para plantear la necesidad de ampliar las actuaciones de la Inspección hasta que el Parlamento aprobara la nueva regulación.
Su intención es ahora utilizar todos los recursos legales a su alcance para que sea rechazada la reclamación de la agencia. El primero de ellos es el llamado recurso de reposición, por el que los clubes presentan sus alegaciones contra el acta de liquidación. Se trata de un trámite poco habitual, pues la resolución ratifica siempre las actas de liquidación recurridas, pero en este caso podría ser utilizado por los clubes, que ayer no habían adoptado una decisión definitiva. Si no se opta por esta vía, el primer paso sería el recurso económico por la vía contenciosa.El origen de las reclamaciones finalmente presentadas por Hacienda son los llamados derechos de imagen, mecanismo a través del cual los jugadores profesionales cobran una parte importante de sus ingresos. Los jugadores cobran por ese concepto a través de sociedades de su propiedad, que son las que ceden los derechos de imagen a -las entidades deportivas. Al ser pagos a sociedades y no a personas físicas, los clubes no practicaban las retenciones preceptivas en el caso del IRPF. La Inspección de Hacienda, en cambio, considera que todos los ingresos son rendimientos del trabajo y por lo tanto deberían habérseles practicado las retenciones.
Finalmente, las actas de la Inspección redondeaban la reclamación aplicando el llamado sistema de elevación al íntegro. Este mecanismo de cálculo implica considerar como ingresos íntegros de los jugadores no sólo el salario y los derechos de imagen, sino también la retención global que se tendría que haber aplicado a los dos conceptos anteriores. La retención que reclamar se calcula entonces a partir de la suma de esos tres conceptos.El efecto diabólico de esta figura fiscal queda de manifiesto si se examinan las cifras que afectan al Barça. Este club pagó en los años analizados por la Inspección 4.557 millones en derechos de imagen. Tras aplicarle la elevación al íntegro, las retenciones netas que Hacienda considera que debieron realizarse alcanzan los 3.196 millones. Es decir, el 70% del total.
