El Gobierno desautoriza a Serra por resistirse entregar al Supremo los 'papeles del Cesid'

El Gobierno desautorizó ayer la propuesta el ministro de Defensa, Eduardo Serra, de no ejecutar la sentencia del Tribunal Supremo si el alto tribunal se pronuncia a favor de la desclasificación y entrega a los jueces de los papeles del Cesid sobre la guerra sucia contra ETA. Parafraseando al jefe del Ejecutivo, José María Aznar, el vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, y el ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, apelaron a la ortodoxia gubernamental y dejaron claro que "el Gobierno no va a ponerse en rebeldía con la máxima instancia judicial".

La línea de resistencia de Eduaro Serra, que ha sido planteada de modo unilateral, según todas las fuentes consultadas, no ha gustado en absoluto entre sus compañeros de Gabinete. Con el visto bueno de La Moncloa, la reacción corrió a cargo de dos de los principales baluartes del Goierno y destacados dirigentes el Partido Popular, Álvarez Cascos y Rajoy. Ambos echaron por tierra la intención del ministro de Defensa de adelantarse a los acontecimientos y rechazar la eventual entrega de documentos incluso antes de que haya sentencia. Sus dos colegas de Gabinete se pronunciaron decididamente en favor de esperar al fallo del supremo, previsiblemente antes de dos meses.Rajoy no se quedó en las formas y entró en el fondo de la cuestión: puso en duda la interpretación que Serra hace del artículo 105 de la Ley Reguladora e la Jurisdicción de lo Contencioso-administrativo, de 1956, en el que ampara su posición contraria a entregar los documentos al Supremo aunque éste lo pida. Rajoy dijo que la interpretación de Serra genera "más que dudas" se trata "de una vieja polémica, de un tema sin duda opinable".

Álvarez Cascos y Rajoy aclararon que la decisión sobre los Papeles del Cesid es "política, y no jurídica". Por si hubiera dudas, aseguraron que Serra acatará la decisión que adopte el presiente del Gobierno. "No conozo a ningún ministro que no la acate", remachó Rajoy. En una entrevista publicada el pasado domingo en El Correo y El Diario Vasco, Aznar advirtió: "En el tema del GAL, en el Gobierno no hay más criterio que el del presidente".

Álvarez Cascos, en declaraiones a Antena 3 TV, insistió en la doctrina de que el Gobierno respetará escrupulosamente las decisiones de los jueces" y agregó: 'Lo que debemos hacer todos es dejar que la Justicia actúe. Esta explicación zanja cualquier especulación sobre la línea que se va a seguir".

Fuentes gubernamentales manifestaron que, a la vista de la posición oficial del Gobierno, el propio Serra está plegando velas y reconsidera su intención de delantarse a los acontecimientos. El Ministerio de Defensa matizó que, con sus declaraciones, Serra no propugnó desobedecer al Supremo, sino ofrecer las distintas alternativas de las que dispone el Gobierno, pero sin decantarse por ninguna de ellas. Según un comunicado de Defensa, el ministro confía en que el Supremo antes de entrar en otras consideraciones, se pronuncie a favor de la capacidad del Gobierno para clasificar o desclasificar los documentos.

La desautorización a Serra se interpreta desde las filas socialistas como una petición implícita de Aznar a la Justicia para que le obligue a rectificar su decisión de no desclasificar los papeles del Cesid, de la que se muestra arrepentido. Así lo manifestó el ex ministro de Justicia e Interior socialista Juan Alberto Belloch que, en unas declaraciones a Europa Press, añadió que el Gobierno sí tiene capacidad legal para no acatar una eventual sentencia del Supremo en la que le obligue a desclasificar los papeles del Cesid.

La portavoz del PNV en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, Margarita Uria, manifestó que sólo apelando a riesgos para la defensa nacional podría desatenderse una sentencia del Supremo. Pero este tribunal tendría que revisar si los motivos aducidos por el Ejecutivo permiten no cumplir el fallo. Por parte de IU, el coordinador de la presidencia, Víctor Ríos, calificó de "auténtico peligro para la democracia" a Serra y pidió su dimisión.