Los funcionarios se manifiestan hoy en toda España contra la congelación salarial

A las siete de la tarde, y de manera coordinada en toda España, los empleados públicos saldrán hoy a las calles para protestar contra la congelación salarial que el Gobierno del Partido Popular ha aplicado en los Presupuestos Generales de 1997 y que afectará a dos millones de trabajadores. Si el Ejecutivo no rectifica su decisión, los funcionarios radicalizarán sus protestas e irán a la huelga a finales de noviembre o en los primeros días de diciembre.

Las manifestaciones de protesta tendrán lugar en todas las capitales de provincia y están convocadas por CC OO, UGT, CSI-CSIF, CIGA, USO, CGT y sindicatos sectoriales de enseñanza, sanidad y policía. La marcha de Madrid se desarrollará entre la plaza de Cibeles y la puerta del Sol, y está prevista la participación en ella de los líderes de CC OO y UGT, Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, junto a los dirigentes de sus federaciones de empleados públicos y del resto de los sindicatos con representación en la función pública.La convocatoria unitaria por parte de un elevado número de sindicatos ha provocado que el cierre de la marcha de protesta se produzca de una manera inusual. Al final de la manifestación no habrá mítines; los doce sindicatos convocantes han decidido que un empleado público lea un comunicado conjunto.

El próximo jueves las centrales mantendrán una nueva cumbre para evaluar el resultado de esas manifestaciones y decidirán qué nuevos actos de protesta llevarán a cabo si el Gobierno no ha rectificado en la congelación salarial.

Las propuestas serán previsiblemente muy diversas, pero cada vez parece más clara la convocatoria de una huelga en toda la función pública que tendría lugar a finales del mes de noviembre o en los primeros días de diciembre. Además, las centrales sindicales pretenden promover otros paros parciales por sectores y comunidades autónomas y actos de protesta diversos.

Ayer, como preámbulo a las manifestaciones de hoy, se realizaron concentraciones y paros entre las 12 y las 14 horas ante las sedes de los organismos de las distintas administraciones públicas. El seguimiento fue muy irregular y en algunos casos nulo, como por ejemplo ante las sedes centrales del Ministerio de Economía y de Educación.

Los sindicatos, sin embargo, aseguran haber detectado un claro rechazo de los empleados públicos a la nueva congelación de sus salarios, que se produce tras las aplicadas en 1993 y 1994 por Gobiernos socialistas. La diferencia en este caso es que los sindicatos de la función pública habían firmado un acuerdo con el PSOE, con vigencia hasta 1997 y que prevé una subida igual a la inflación prevista -2,6%-. El actual Gabinete interpreta que la situación de la economía y el cumplimiento de los criterios de Maastricht no les permite cumplir ese acuerdo. Esa decisión pretende anular los pactos suscritos en algunas comunidades y ayuntamientos. En cambio, el Gobierno si aplicará el pacto suscrito con los médicos especialistas del Insalud, que tendrán una subida salarial en 1997 por aumentos de la productividad.