El Atazar y otras cosas
Si repasamos lo publicado hasta ahora en los distintos medios de comunicación relativo a la seguridad de la presa de El Atazar, se llega necesariamente a la conclusión de lo caótico de su situación, técnica y administrativa. ¿Qué hace el político de turno pronunciándose como un experto en seguridad de presas ...? Pues, sencillamente, sembrar el desconcierto en la ciudadanía con las múltiples vaguedades que se deducen de sus declaraciones, -y de las que cualquier ciudadano con sentido común deduce que algo ocurre en El Atazar.También cabe preguntarse sobre la actuación de la Administración: ¿qué opina la Comisaría de Aguas del Tajo? ¿Tiene algo que decir el organismo que gestiona el dominio público hidráulico? Los ciudadanos debemos exigir el pronunciamiento de ambos organismos, que, dicho sea de paso, se hubiera producido fulminantementeen cualquier país con una Administración que funcione.
En cualquier caso, por poco aficionado que uno sea a viajar, se llega enseguida a la conclusión de que en este país quizá haya más de un Atazar. España cuenta con un gran patrimonio presístico, siendo un importante porcentaje del mismo ya viejo. Su seguridad y el riesgo que para la población y el medio ambiente representan deben ser evaluados, constituyendo un reto ineludible para la administración hidráulica.
Cabe también preguntarse sobre la inversión que han sufrido las márgenes de los ríos. ¿Cuántos Biescas potenciales existen en este país ... ? ¿Cuántos cauces serían incapaces de soportar el más tímido- amago de apertura de las compuertas de un aliviadero sin causar graves daños humanos y materiales?-
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