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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Hereje apenas

ELEGIR EL mejor perfil propio para fotografiarse es un derecho constitucional. Luis Ramallo ha elegido el de diputado rebelde ("hereje", dijo) para el retrato de su despedida del Parlamento. Pero nada obliga a compartir la consoladora imagen que de sí mismos suelen tener los políticos. La memoria que quedará de Ramallo no es la de un rebelde o un hereje, sino la de alguien que llevó su fe y su devoción hasta el límite: hasta el insulto y la descalificación sumaria de sus adversarios. Fue por su capacidad para ofender personalmente, y no por la originalidad de sus puntos de vista, por lo que destacó el diputado Ramallo, en dura competencia con colegas como Alfonso Guerra, Juan Ramón Calero o Antonio Romero, entre otros.Es cierto que el exceso de celo ha acabado resultando incómodo para la dirección del PP, una vez instalados en el poder; pero el propio Ramallo reconoció ayer que si ha aceptado renunciar a su escaño (a cambio de un destino que considera adecuado a su preparación) ha sido porque Aznar se lo ha pedido, "esta vez con cariño". Rebeldes que esperan la llamada de la autoridad máxima para decidir los hay a montones; no se requiere un valor excepcional para ser hereje de ese tipo.

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Además, no se va a la calle, sino a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, como vicepresidente -con un salario de 18 millones anuales-, y al Banco de España, como consejero. Perito mercantil y corredor de comercio, su profesión guarda alguna relación con el primer destino, y en eso lleva ventaja a otros políticos que tras haberse quedado sin hueco entre los altos cargos gubernamentales han acabado como presidentes de Transmediterránea o de Autopistas, por ejemplo; pero resulta difícil de cuadrar la recién estrenada autonomía del banco emisor con el perfil acreditado por el fogoso diputado extremeño como un savonarola del PP. Y no puede dejar de causar: alguna inquietud que por librarse -de alguien que ahora les causa más incomodidad que beneficio ese partido esté dispuesto a pagar el precio de colocarlo en el Consejo del Banco de España. ¿Es tan pobre la opinión que Aznar tiene de ese organismo?

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