La Audiencia suspende la ejecución de la condena de prisión de Bertrán de Caralt

El empresario José Felipe Bertrán de Caralt, considerado una de las principales fortunas del país y personaje emblemático de la burguesía industrial catalana, no entrará en prisión a pesar de haber sido condenado por delito fiscal. La sección novena de la Audiencia de Barcelona, tribunal que le juzgó y condenó, decidió ayer suspender la ejecución de la condena por varios motivos. Uno de los más poderosos es que el empresario ha informado al tribunal de los pasos que está realizando para cubrir la responsabilidad civil. Es decir, el pago a Hacienda de las cantidades defraudadas, que ascendieron a 591 millones de pesetas. En concreto, Bertrán de Caralt ha iniciado la venta de bienes, sobre todo acciones que cotizan en bolsa, para cubrir la deuda, Fuentes cercanas al empresario puntualizaron que, de momento, el dinero recaudado para afrontar la responsabilidad civil y parte de la multa impuesta -otros 591 millones de pesetas- es de unos 700 millones.

Bertrán de Caralt fue condenado inicialmente por la Audiencia de Barcelona a seis años de cárcel, dos por cada uno de los tres delitos fiscales que el tribunal apreció. El Tribunal Supremo, al resolver el recurso contra la sentencia, rebajó la pena a dos años de cárcel, pero sólo por dos delitos Fiscales. El Supremo no modificó en nada los argumentos de la sala de Barcelona y consideró probado que Bertrán de Caralt se sirvió de un entramado de 40 sociedades para eludir sus obligaciones fiscales y dejar de ingresar a Hacienda 591 millones de pesetas.

La mecánica del fraude

En la mecánica del fraude se utilizaron documentos de identidad falsos lo que fue descubierto por la aparición de los titulares reales que nada tenían que ver con la trama. Se dio la circunstancia, además, de que algunos de los DNI ya habían sido utilizados en otro fraude: en este caso la compra de acciones. Bertrán de Caralt estuvo en prisión preventiva cerca de un mes al estallar el fraude, en la cárcel Modelo de Barcelona.Fuentes judiciales precisaron que en la decisión de suspender la ejecución de la condena también han pesado otras circunstancias. La primera, que Bertrán de Caralt solicitó ya el indulto al Tribunal Supremo. Al parecer, otra circunstancia que ha favorecido al empresario es su edad: el próximo 2 de noviembre cumple 70 años. El Código Penal establece como frontera de cumplimiento de pena de privativa de libertad al condenado que tenga más de 70 años. No se trata de una suspensión automática, pero sí de una circunstancia que los tribunales pueden valorar a la hora de suspender el ingreso en prisión.

Las mismas fuentes apuntaron que el tribunal también ha valorado, en parte, un documento firmado por al menos 1.300 empleados de la industria avícola propiedad de Bertrán de Caralt. Los trabajadores plantearon a los jueces su peculiar punto de vista que consistió, básicamente, en la defensa de su empresario, informa Pere Ríos, y a traves de él la de sus puestos de trabajo. Bertrán de Caralt concentró sus negocios en los últimos años en el sector avícola a través de la empresa Material Agropecuario.

Fuentes judiciales puntualizaron que la decisión podría modificarse si el empresario no satisface realmente la deuda.