Propuesta de sanciones a los que publiquen datos judiciales en Francia
El Gobierno se plantea endurecer más el secreto de instrucción
Un informe solicitado por el Gobierno conservador francés propone la prohibición absoluta de artículos periodísticos sobre investigaciones judiciales y sumarios durante la fase de instrucción, así como multas elevadas para los periodistas que violen esa prohibición. La existencia de este trabajo ha provocado fuertes críticas.
"Un secreto absoluto" debería ser observado respecto de la instrucción del proceso, según el texto que fue remitido el martes por la jurista Michèle Laure Rassat al ministro de Justicia, Jacques Toulbon, que le había encargado un informe sobre un anteproyecto de ley del proceso penal.
El informe propone un trato severo a los periodistas que publiquen piezas procedentes de los sumarios judiciales: en concreto, multas que pueden oscilar entre los 25.000 y los 300.000 francos (625.000 a 7,5 millones de pesetas). Los magistrados o los abogados que les faciliten información serían reos de un delito y, se arriesgarían a una inhabilitación profesional de cinco años.
Según Rassat, hace falta "proteger al juez", así como a los periodistas contra las empresas "que les fuerzan a buscar asuntos a cualquier precio".
El secreto de instrucción existe en Francia desde hace 40 años. Es obligado para los jueces y la policía judicial, pero no para los periodistas, los acusados y los testigos.
La propuesta de endurecimiento de este secreto de instrucción se produce en paralelo con la multiplicación de informaciones de prensa sobre investigaciones y sumarios judiciales que afectan a personalidades de la mayoría parlamentaria, tras una serie de escándalos que habían afectado antes a los responsables socialistas.
El ministro de Justicia, Jacques Toubon, subrayó el miércoles pasado que el Gobierno extraerá del informe las conclusiones que considere pertinentes, lo cual servirá de base a un debate sobre la reforma del procedimiento penal en 1997.
Una tapadera
El jefe de la oposición socialista, Lionel Jospin, ha expresado su inquietud por las conclusiones del informe, estimando que, si fuera llevado a la práctica, la prensa no podría informar acerca de los procesos en marcha.Un responsable centrista de la mayoría, el diputado Bernard Bosson, ha criticado abiertamente el informe. "Yo no creo ni por un segundo que se pueda ser una democracia, tener medios de comunicación libres y mantener el secreto de instrucción", afirmó.
Grandes diarios han reaccionado inmediatamente a este proyecto. Libération afirma que adoptar ese informe representaría un retroceso gigantesco de la libertad de expresión. Para Le Monde, "el método propuesto por Rassat no haría sino acrecentar la pérdida de confianza del país en sus gobernantes".
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