Golpe demoledor a la credibilidad de la política

Julio Anguita, coordinador general de IU, lamenta en el informe que presentará mañana ante el Consejo Político, "el golpe demoledor a la credibilidad de la política y de los políticos", asestado por el Gobierno del PP al negarse a entregar los papeles del Cesid. En un informe que intenta mantener cierto equilibrio en la crítica al PSOE y a los populares, recuerda que "las promesas del Partido Popular sobre tal materia [los documentos clasificados] están aún frescas en la memoria de los ciudadanos y de las ciudadanas".

No todo está perdido porque el, dirigente de IU destaca los "posicionamientos claros, rotundos y firmes de magistrados, algunos medios de comunicación y personas de incidencia en la opinión pública", que han hecho que el Gobierno "empiece a darse cuenta de que está abocado a entregar los documentos".Es evidente el esfuerzo de Anguita por no distinguir entre PP y PSOE. Pero distingue y no precisamente para buscar exculpaciones. Si a uno le achaca haber socavado la credibilidad, al otro le acusa, además de su involucración en los GAL, de servir de "apoyo compensado" al bloque PP-CiU-PNV, sobre todo en los que se refiere a los dichos papeles del Cesid, la OTAN y la revisión del Tratado de Maastricht. Hace, con todo, alguna salvedad. Y así, subraya que si bien el PNV no apoya al Gobierno en lo que se refiere a los GAL, coincide con el Ejecutivo de José María Aznar en otros asuntos.

En definitiva, Anguita vuelve a situar -a IU como la única fuerza de izquierdas que sostiene, en digna soledad, el peso de la oposición. Eso no quita para que, casi rozando la esquizofrenia, hable en términos elogiosos de los encuentros con el PSOE y, más concretamente, con el secretario general de los socialistas, Felipe González, encaminados a buscar puntos de coincidencia contra la política del PP.

Pero, dicho lo anterior, carga contra los socialistas dibujando a gruesos brochazos lo que llama "lastres, débitos y compromisos del PSOE con la actual situación", y les reprocha ser el origen de las políticas que hoy defiende el Gobierno popular.

A los sindicatos, respeto. Pero a la vez les recrimina que estén dando una imagen de consenso y acuerdo con el Gobierno. En el caso del pacto sobre pensiones, les reconoce el derecho "a aducir que han conseguido importantes conquistas". Mas, a continuación, expresa rotundamente que la presidencia federal ya mostró su rechazo al mismo. En cualquier caso, el informe advierte que IU intentará mejorarlo en el Congreso.