Un Boeing 757 con 70 personas a bordo se estrella en la costa de Perú por un fallo en los ordenadores

Un Boeing 757-200 de Aeroperú con 70 personas a bordo -61 pasajeros, entre ellos un español, y nueve tripulantes- se estrelló en la madrugada de ayer frente a las costas de Perú. El avión había despegado de Lima 40 minutos antes con destino a Sandago de Chile. Pidió volver por problemas técnicos, desapareció del radar y se hundió en el mar. La niebla dificultó las tareas de rescate. Cuando se disipó, la Marina peruana halló restos del fuselaje y los primeros cadáveres. La compañía aérea atribuyó el accidente a un fallo en los ordenadores del aparato.

El vuelo 603 procedente de Miami y con destino a Santiago de Chile hizo escala en Lima, donde se quedó la mayor parte del pasaje. Allí se cambió de avión. Con 61 pasajeros a bordo y nueve tripulantes, el vuelo 603 despegó de la capital peruana a la 1.32 de la madrugada (7.32, hora peninsular española). La torre de control informó que el comandante de la nave comunicó la existencia de una emergencia. "Estoy bajando la fuerza de los motores pero la nave sigue acelerada", dijo el piloto. Vecinos de Pasamayo, localidad costera a un centenar de kilómetros al norte de Lima, dijeron que, a esa misma hora, vieron un fuerte resplandor en el mar.La niebla retrasó las labores de rescate. Siete horas después del accidente, la Armada peruana halló los primeros restos del fuselaje del aparato y poco después los primeros cadáveres. "Aún hay esperanza", dijo Tito Viali con su hija en brazos. Su mujer se hallaban en al aparato siniestrado. Funcionarios del Gobierno peruano son menos realistas: creen que han muerto todos. El mal tiempo, la baja temperatura del agua y las horas transcurridas tras el accidente reducen al mínimo la posibilidad de encontrar algún superviviente. El Gobierno de Lima ha prometido una investigación.

La portavoz de la compañía Aeroperú, Marcerla Velarde confirmó que el accidente se debió a un fallo técnico, en concreto a "un bloqueo en el sistema de computadoras". La ministra peruana de Transportes, Elsa Carrera, precisó que el fallo de los ordenadores hizo que dejaran de funcionar todos los instrumentos de vuelo. Previsiblemente, en el accidente perdieron la vida los 61 pasajeros, de 11 nacionalidades diferentes, y los nueve tripulantes. Entre el pasaje se hallaba el español Rodrigo Fernández Ruiz, soltero, y que se hallaba en América Latina en viaje de negocios. Se da la circunstancia de que Rodrigo Fernández se subió a ese avión por perder otro desde Quito a Santiago de Chile.

Las fuerzas aéreas chilenas ofrecieron un avión especial para trasladar desde Santiago a Lima a los familiares que esperaban el aterrizaje del vuelo 603 siniestrado. Decenas de personas se congregaron a primera hora de ayer en el aeropuerto de Santiago para interesarse por la suerte de los ocupantes del Boeing. El embajador de Chile en Perú, Carlos Martínez de Sotomayor, se personó en el aeropuerto de Lima para intentar obtener más información sobre el accidente.

El vuelo 603, el único semanal que une Miami con el Cono Sur, había partido de Miami con los 180 pasajeros a bordo. Ello hizo que, en un primer momento, se informara de unas 200 posibles víctimas.