La Audiencia Nacional deja en la cárcel a Julen Elgorriaga y confirma su procesamiento

La Audiencia Nacional confirmó ayer el procesamiento del ex delegado del Gobierno en el País Vasco Julen Elgorriaga por su presunta participación en el secuestro, torturas y asesinato de los supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. El tribunal, en una decisión que causó cierta sorpresa en medios jurídicos, mantuvo la prisión preventiva para Elgorriaga debido a que apreció un elevado riesgo de fuga en el caso de que fuera puesto en libertad. En agosto, el general Enrique Rodríguez Galindo, procesado por los mismos delitos, fue puesto en libertad sin fianza.

Elgorriaga fue encarcelado el 19 de junio y fue procesado como autor de la detención ilegal de Lasa y Zabala, autor por cooperación necesaria en las torturas infligidas a los dos secuestrados y también autor por omisión de los asesinatos de ambos jóvenes. Según el auto de procesamiento, Elgorriaga, que en otoño de 1983 era gobernador civil de Guipúzcoa, participó en los planes para el secuestro y facilitó el lugar -el palacio La Cumbre de San Sebastián, propiedad del Ministerio del Interior- y proporcionó las llaves de las dependencias.Sobre las torturas, el tribunal aprecia que Elgorriaga visitó La Cumbre, comprobó que Lasa y Zabala eran sometidos a torturas y las consintió.

Respecto del asesinato, la Sala, al igual que el juez instructor, considera que el entonces gobernador civil supo de los planes para matar a los dos etarras y no lo impidió, cuando por el hecho de ser una autoridad tenía la obligación no sólo de impedirlo, sino de haber denunciado el delito.

Indicios suficientes

El tribunal aprecia que los indicios de la participación de Elgorriaga en los hechos son más que suficientes para mantener su procesamiento en unos delitos gravísimos. Respecto a la libertad, los magistrados, en un auto muy técnico y argumentado, examinan los requisitos que la ley exige para el mantenimiento de la prisión preventiva.El tribunal analiza la alarma social despertada por el caso Lasa-Zabala, la gravedad de los delitos y las importantes penas que les corresponden, así como la posibilidad de que Elgorriaga participe en la destrucción de pruebas.

Pero el argumento fundamental para mantener la prisión de Elgorriaga es el riesgo de que se fugue si es puesto en libertad. Los magistrados recuerdan que en el sumario existen datos facilitados por los policías que llevaron a cabo aspectos de la investigación que sugerían que el ex gobernador civil de Guipúzcoa estaba realizando preparativos para una fuga.

Ese riesgo de que Elgorriaga intente eludir la acción de la Justicia se mantiene, en opinión del Tribunal, por lo que también debe mantenerse la prisión preventiva.

Esa circunstancia es la diferencia con el auto por el que se puso en libertad al general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, respecto al cual se descartaba el riesgo de fuga. Sobre el general se señalaba: "Si la prisión estuvo justificada en su momento, el mantenimiento actual no es razonable ni proporcionado" con el riesgo de obstrucción de la investigación sumarial. El temor a que Elgorriaga hiciera desaparecer pruebas de cargo -el juez instructor señalaba que se habían detectado movimientos destinados a -perturbar la acción investigadora- no ha sido determinante, como tampoco lo fue con Galindo.

La decisión ha causado cierta sorpresa en medios jurídicos, debido a que tanto Galindo como el teniente Pedro Gómez Nieto, también procesado como autor del asesinato de Lasa y Zabala, se encuentran en libertad. Se esperaba una resolución más benévola. Gómez Nieto fue puesto en libertad a raíz de que el Gobierno decidiera no desclasificar los papeles del Cesid.

En este momento sólo Elgorriaga y los presuntos autores materiales de los secuestros, torturas y asesinatos de Lasa y Zabala, los ex guardias Enrique Dorado Villalobos y Felipe Bayo Leal, se encuentran en prisión preventiva. Precisamente estos dos últimos están a la espera de un informe del fiscal sobre la conveniencia de separarles en la prisión por su conflictividad.