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Los maestros franceses van masivamente a la huelga, con el apoyo de los padres de alumnos

Enric González

Los maestros franceses fueron ayer masivamente a la huelga. El hecho de que el seguimiento de la protesta haya sido muy mayoritario, acompañado del apoyo expresado por los padres de alumnos, constituyeron la primera muestra clara de rechazo social a la reducción de empleos y medios impuesta por los recortes presupuestarios del Gobierno conservador.La educación representa la principal partida del presupuesto de Francia, con casi una asignación de cinco billones de pesetas y una dotación de más de un millón de funcionarios. En algunas regiones, más del 90% de los enseñantes de primaria y secundaria se sumaron a la protesta, según informaciones sindicales. El Ministerio de Educación, por su parte, calculó en "algo más de la mitad" de los maestros había protagonizado el paro en el total del territorio nacional.

Fue un éxito relativamente inesperado, si se tiene en cuenta que tanto la conservadora Unión Sindical Independiente y la socialista Fuerza Obrera habían llamado a sus afiliados a acudir al trabajo. Más sorprendente aún vino a ser el apoyo brindado por la Federación de Padres de Alumnos, que se mostró "alarmada" por la reducción de medios impuesta por el Gobierno al sistema educativo.

Postura de los padres

Según una encuesta de la Federación de Padres de Alumnos de la Enseñanza Pública, recogida por el semanario católico La Croix, un 38% de los padres consideró la huelga como una muestra de la "preocupación de los enseñantes por el futuro de los niños"; aunque bastantes más, un 56%, opinaron que el paro constituía solamente "un movimiento de defensa de los intereses de los enseñantes". Aún así, un 43% apoyaba la huelga, y otro 28% sentía "simpatía" por ella.

Según los sindicatos, los presupuestos de 1997 imponen la supresión de más de 5.000 plazas y la reducción de medios docentes suplementarios (actividades como visitas a museos o excursiones).

"En un momento en que la juventud francesa se enfrenta a un futuro incierto y necesita más apoyo y más formación que nunca, resulta inaceptable que la escuela pública, ya degradada en los últimos años, baje un nuevo escalón", afirmó un portavoz de la Federación Sindical Unitaria. "La consecuencia de los recortes presupuestarios será un incremento de las desigualdades sociales: quienes puedan pagar un colegio privado dispondrán de mejor enseñanza que quienes no puedan", añadió. En Francia, la educación privada es muy minoritaria.

En el Ministerio de Educación se indicó que la virulencia de la protesta estaba "relacionada" con la proximidad de las elecciones sindicales en el sector docente, que están previstas para diciembre.

Y se subrayó que las plazas suprimidas no eran 5.000, sino 2.000: "La estructura demográfica de Francia ha cambiado, hay menos alumnos en primaria y secundaria y más en la universidad, por lo que en los primeros sectores se reduce ligeramente la plantilla, pero en el nivel superior habrá 3.000 plazas adicionales en 1997", declaró un portavoz ministerial.

La misma fuente aseguró que la calidad de la enseñanza no se vería afectada en absoluto por los recortes previstos: "Uno de cada cinco maestros desempeñan, en este momento, tareas no docentes, fundamentalmente administrativas. Son algunas de esas plazas las que serán suprimidas", añadió.

En todas las grandes ciudades hubo manifestaciones de maestros, bajo el lema Todos juntos por el servicio público de la educación. En París se reunieron más de 10.000, y unos 3.000 en ciudades como Lyon, Lille y Marsella. Para el próximo 17 de octubre está convocada una nueva huelga.

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