Prodi se queja por la versión de Aznar sobre lo tratado en la cumbre de Valencia

Una entrevista del presidente del Gobierno español, José María Aznar, al diario Financial Times dio pie ayer a una protesta del primer ministro italiano, Romano Prodi, primero mediante una llamada telefónica a La Moncloa y después por una declaración de un portavoz del primer ministro. El motivo de la queja era la supuesta indiscreción de Aznar, que afirmó al diario británico que Prodi le había pedido en la reciente cumbre hispano-italiana de Valencia que España e Italia fueran "de la mano hacia Maastrich" para lograr que se suavicen los criterios de acceso a la moneda única, el euro.

En la entrevista con el diario financiero británico, Aznar afirmó, en alusión a Prodi: "Quería que España e Italia avanzaran de la mano hacia Maastricht". "No me interesa ir de la mano de nadie, le dije que España estaría en la UEM [unión económica y monetaria] desde el principio", añadió. "España es muy conciente de la naturaleza política de la decisión, pero está dispuesta a cumplir con las condiciones".Esta declaración de Aznar causó malestar en el Palacio Chiggi, sede de la presidencia del Consejo de Ministros italiano, que estos días está enfrascada en el debate suscitado por el proyecto de Presupuestos aprobado el pasado viernes.

Prodi llamó por teléfono a su homólogo español para recordarle que el asunto no había sido tratado en Valencia. El contenido de esta conversación telefónica coincide con la declaración a este diario por parte de Francesco Luna, portavoz del primer ministro italiano: "Es más bien sorprendente que se desvelen a la prensa contenidos que, por otra parte, no corresponden a la verdad, acerca de lo tratado en un encuentro entre jefes de Gobierno".

Este comentario del portavoz, que considera cerrado el incidente, marca un punto negro en la luna de miel que Prodi creyó iniciar con Aznar el pasado mes de junio, en Florencia, cuando, según informó la prensa italiana, dijo al funcionario que entró a interrumpir la entrevista bilateral que estaba celebrando con su colega español: "No molesten, que aquí ha empezado una historia de amor".

Lo cierto es que Prodi volvió de la cumbre de Valencia un poco escaldado y que, a partir de ese momento, dejó de oírse en su entorno que un retraso de algunos meses en la adhesión a la unión monetaria no sería un drama, y que el precio de ese ingreso no podía ser la muerte económica del país.

Varios diarios italianos dijeron que Prodi había cambiado de opinión a la vista de que Aznar se mostró decidido a meter a España en la unión desde el primer momento. El caso es que, poco después de aquel encuentro, el Gobierno italiano anunció un plan extraordinario de creación de empleo.

El diario La Stampa atribuyó el pasado domingo a Prodi esta declaración: "Fuimos a España convencidos de poder argumentar en cierto modo, junto con Aznar, ante nuestro socios europeos. Luego, entendimos que esa vía era imposible y tuvimos que dar una vuelta de tuerca a nuestra voluntad de respetar los tiempos y criterios de Maastricht". El portavoz, Francesco Luna, dijo ayer que la declaración responde a "una interpretación muy libre de La Stampa.