Conmoción en Australia al aplicar por vez primera la nueva ley de eutanasia
Un hombre con cáncer de próstata murió tras acogerse a la norma
Desde la remota población de Darwin, la muerte de Bob Dent, ex carpintero de 66 años, ha conmocionado a toda la nación australiana y generado fuertes reacciones. Dent, que sufría cáncer de próstata, pasará a los anales de la historia como la primera persona en el mundo que tomó la decisión de suicidarse bajo el estricto amparo de una ley específica que regula el derecho al suicidio asistido, la del Territorio Norte de Australia. Su enfermedad lo había mantenido en constante estado de agonía en los últimos cinco años.
El domingo pasado, Dent tomó sus últimos alimentos y bebidas en compañía de sus familiares y amigos y del doctor Philip Nitschke, a quien le dijo que procedería a quitarse la vida como un "acto de amor". El doctor Nitschke gozaba de la confianza total de Dent y fue quien diseñó el programa de la computadora y arregló el aparato especial que ayudaría al ex carpintero a autoadministrarse una inyección letal. Dent sólo tuvo que escribir "sí" en el teclado del ordenador para acabar con su historia.Antes de morir, Dent ecribió una carta a los parlamentarios federales en la que explicaba que, si él hubiese mantenido a un animal sufriendo en condiciones físicas y mentales similares a las suyas, hubiera sido perseguido criminalmente por las autoridades.
El viceprimer ministro, Tim Fisher, dijo que la ley del Territorio Norte está creando una "cultura de la muerte". El Vaticano expresó ayer su horror por el hecho. Los líderes religiosos y políticos del país condenaron enérgicamente esta muerte. La cabeza de la Iglesia católica en el país, el cardenal Edward Clancy, dijo: "Es un día de gran vergüenza para Australia". Elarzobispo Goodhew, de la Iglesia anglicana en Sidney, comentó: "Es en verdad una .cosa muy triste". Moshe Gutnick, presidente del Consejo de Rabinos de Nueva Gales del Sur, declaró que la comunidad judía veía el suicidio a través de la eutanasia con los mismos ojos que el asesinato.
La ley más compasiva
En el otro extremo del debate, el gobernador del Estado de Victoria, Jeff Kennett, dijo: "Que una persona pueda morir con gracia y dignidad por su propia elección es maravilloso". La coalición de organizaciones proeutanasia expresó, a través de su portavoz oficial, el doctor Robert Marr: "Esta ley es la pieza legislativa de más compasión en Australia".Desde el pasado 1 de julio, día en que entró en vigor esta ley de la eutanasia, las poderosas fuerzas opositoras se han unido para destruirla. Al frente de ellas se sitúa el parlamentario Kevin Andrews, que ha redactado una iniciativa de ley que, de obtener la mayoría de votos en el Parlamento federal, anularía la norma del norte de Australia.
El primer ministro, John Howard, y el líder de la oposición, el laborista Kim Beazley, se han manifestado abiertamente en contra de la eutanasia; sin embargo, han actuado con gran precaución. Un comité del Senado acaba de dar a conocer un dictamen haciendo ver que una ley federal que se imponga jurídicamente a un acto del Territorio Norte representaría una violación a los derechos humanos de la población de esta parte del país.
Las autoridades del Territorio Norte están defendiendo más el principio de "no intervención federal en contra del territorio" que la ley de eutanasia en sí. Shane Stone, máxima autoridad regional, aunque ha expresado que la ley sólo le ha dado dolores de cabeza, se ha tomado su defensa como una cuestión de principios, ya que no oculta su deseo de que el territorio obtenga la categoría de Estado en el año 2001.
Además, el 25% de los 173.000 habitantes del Territorio Norte es de origen aborigen; en su cultura, la vida es sagrada. El suicidio es calificado como una aberración. Desde el día en que se promulgó la ley, empezaron a correr rumores en las poblaciones aborígenes en el sentido de que el Gobierno utilizaría esta legislación para eliminar a gentes de su raza.
La suma de los frentes religioso, político y de la población aborigen han hecho que los analistas concluyan que esta ley no tendrá una vida larga.
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