La mayoría de los pueblos que la Comunidad declaró 'turísticos', carecen de turistas
Como gatos panza arriba. Los alcaldes de los 67 municipios que han sido declarados pueblos de Gran Afluencia Turística por la onsejería de Economía defienden a capa y espada esta declaración, que permite a sus comercios abrir domingos y festivos. Sin embargo, los pueblos que no han logrado el título (112, en total) tienen que mantener cerradas las puertas de sus comercios frente a los que sí son turísticos, aunque les separe sólo un par de kilómetros. Y todo ello, a pesar de que algunos municipios turísticos reconocen que "turistas, lo que se dice turistas" no tienen muchos.
El decreto de mayo de la consejería de Economía que declaró turísticos a unos pueblos y dejó fuera a otros ha creado cierta confusión entre consumidores y comerciantes. Mientras que el decreto confirma como turísticos a pueblos como Villanueva del Pardillo (2.600 habitantes) y Villanueva de la Cañada (6.700) -donde el monumento más antiguo tiene cien años-, Alcalá de Henares (167.000 habitantes), Aranjuez (39.400), San Lorenzo (10.600) y Chinchón (4.200) quedan fuera. Y todo porque los alcaldes de estas últimas cuatro localidades no lo reclamaron a la Comunidad. Tenían dos razones fundamentales: la declaración provocaría un enfrentamiento entre sus comerciantes (no todos quieren abrir en festivo) y daban por hecho que ya eran turísticos y que, por lo tanto, no necesitaban pedirlo. Los pequeños, sin embargo, reclamaron el título porque les confería unas ventajas que hasta entonces les estaban vedadas.Villanueva del Pardillo es un municipio situado a unos 25 kilómetros de Madrid, con un casco urbano encalado y muchas urbanizaciones de chalés unifamiliares a las afueras. Está próximo a los municipios de Las Rozas (45.900 habitantes) y Majadahonda (39.000), localidades con un parecido desarrollo urbano.Dos 'monumentos'El domingo pasado, entre las calles de Villanueva, no se descubrían extranjeros haciendo fotos ni visitantes contemplando los tres únicos monumentos del pueblo: un depósito de agua en desuso, un centro cultural del siglo pasado y una plaza mayor y un conjunto urbano levantados tras la guerra civil.
"Gente sí viene los fines de semana", relata un vecino, " pero son de las urbanizaciones de las afueras. Muchos tienen allí las casas, pero sólo las utilizan para dormir. Los domingos vienen al centro a comprar o a ir a misa. Pero turistas, lo que se dice turistas... por aquí no hay". Otro vecino añade: "Este pueblo no tiene monumentos. Todo fue destruido durante la Guerra Civil. Regiones Devastadas lo reconstruyó por completo. No quedó nada viejo. Bueno, si: la actual Casa de Cultura, pero que los domingos cierra. La plaza del pueblo tampoco está mal, pero no es muy antigua que se diga".
El alcalde, Juan González Miramón, del PP, reconoce que el pueblo que gobierna "no es muy turístico, pero sí viene gente". Según González, "por nuestra carretera [la M-600, que une Villanueva y El Escorial] pasan de 8.000 a 10.000 vehículos diarios. Muchos son de personas que van a El Escorial [pueblo que ha rechazado esta declaración]. Algunos se quedan en nuestro municipio. Al ser pueblo turístico, nuestros comercios [seis] pueden abrir y darles la posibilidad de comprar lo que necesiten". El alcalde continúa: "No tenemos grandes cosas para ver, pero tenemos sabor a pueblo todavía. El medio ambiente está muy cuidado y la calidad de vida es importante [en realidad están surgiendo muchas urbanizaciones en los alrededores]. Nuestro casco viejo [reconstruido por completo tras la Guerra Civil] está semiprotegido. También contamos con el depósito del agua, de 1955, que lo hemos pintado y puesto unas luces, para que pueda ser contemplado. El centro cultural es el único edificio que quedó en pie tras la guerra".
Entre los 67 pueblos turísticos algunos sí reciben gran número de visitantes los fines de semana. Sobre todo los de la sierra, los cercanos a las estaciones invernales y los que gozan de atractivos gastronómicos y medioambientales. Hasta ahora, sus comerciantes tenían que dejar pasar a los visitantes sin ofrecerles sus productos.
El alcalde de Orusco de Tajuña (640 habitantes), Adolfo Rivas, del PSOE, relata: "A mi pueblo viene mucha gente los fines de semana y los días de fiesta. ¿La prueba? Duplicamos la población los fines de semana y la triplicamos en verano".
Preguntado sobre los monumentos que atraen a los visitantes, el alcalde reconoce: "Monumentos no tenemos muchos. La iglesia no tiene un valor especial, pero la naturaleza que nos rodea es inigualable" Y pone ejemplos: "La tranquilidad de la vega del Tajuña, los montes, naturaleza limpia y sana, terrazas de verano".
En Orusco, los comercios beneficiados por la declaración de pueblo turístico son dos supermercados, seis establecímientos en los que se vende todo tipo de productos, tres panaderías y una tienda de regalos. "Todos abren porque viene mucha gente. La gastronomía local, la fruta y los tomates son de una calidad excelente".
En 1994, el Ayuntamiento de Valdilecha (1.850 habitantes) -entonces gobernado por el PSOE- tomó una medida drástica: como el pueblo no aparecía en los indicadores de la N-III, el alcalde pintó en la autovía el nombre de la localidad. "Es que todo el mundo pasaba de largo y nos vimos obligados a hacerlo para que llegasen los visitantes", relató el entonces regidor. La historia acabó con la Guardia Civil y el Ministerio de Obras Públicas arrancando los indicadores ilegales.El nuevo alcalde, Manuel Benito, del PP, comenta ahora: "Somos un pueblo que necesita a los visitantes y que los recibe con los brazos abiertos. Tenemos buenos restaurantes, una iglesia con un ábside que es monumento histórico, un pinar, campistas... Además, viene mucha gente porque nuestro vino y aceite son muy buenos.
La población en Valdilecha los fines de semana aumenta en un 50%. "Y en fiestas", dice el alcalde, "se duplica". Valdilecha tiene cinco bares, tres restaurantes, dos supermercados y un pub. "Y seguimos queriendo una salida directa a la autovía".
El torreón y el castillo
V. G. O. En 1953, la Dirección General de Regiones Devastadas levantó un depósito para abastecer al pueblo, entonces de 880 habitantes. Con el crecimiento de la población, se quedó pequeño y el Ayuntamiento lo inutilizó. Lo encaló y rehabilitó, y ahora puede ser contemplado.
A unos 10 kilómetros de Villanueva del Pardillo, dentro del término de Villanueva de la Cañada -otro pueblo turístico de similares características- sí hay un verdadero monumento histórico: un castillo medieval.Pero visitarlo sólo tiene un problema: está rodeado por una alta verja con alambre de espino, porque es de propiedad privada. Los visitantes sólo tienen dos opciones: o contemplarlo desde lejos (unos 150 metros) o saltar la verja.
El guarda de unas insta- laciones de seguimiento de satélites cercana comenta: "Viene mucha gente los fines de semana a ver el castillo, porque es lo único histórico de la zona. Algunos se meten por debajo de la va lla, pero es peligroso. Además, está en mal estado y se le caen las piedras. Hace poco se desplomó la veleta y arrastró un montón de pedruscos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.