El Supremo tiene ya en su poder los 'papeles del Cesid' incautados a Perote en su celda

Los papeles del Cesid sobre la guerra sucia contra ETA, que el Gobierno se ha negado a desclasificar, están ya en poder del Tribunal Supremo. Las copias de los documentos secretos han llegado de forma rocambolesca hasta la Sala Especial de Conflictos de Jurisdicción del Supremo, que deberá decidir si se los devuelve al juez militar Jesús Palomino, quien los incautó en la celda del coronel Juan Alberto Perote el pasado 27 de junio, o se los entrega al magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que instruye el sumario sobre el caso Oñederra, en el que se investigan los primeros asesinatos de los GAL.

El titular del Juzgado, Togado Militar Central número 1, Jesús Palomino, ordenó un registro por sorpresa de la celda que ocupa el ex jefe de la Agrupación Operatíva del Cesid Juan Alberto Perote en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid). El juez castrense decidió esta diligencia tras reclamar inútilmente a Garzón que le facilitara los documentos que el magistrado de la Audiencia Nacional se llevó de la celda de Perote en un registro anterior, practicado el 8 de- febrero.Palomino había abierto un segundo sumario a Perote, por tenencia ilegítima de información clasificada (el primero fue por la sustracción de 1.245 microfichas del Cesid), tras tener conocímiento de que entre la documentación encontrada por Garzón había transcripciones mecanográficas de los papeles del Cesid. Estas transcripciones sirvieron de base a Garzón, a Javier Gómez de Liaño y al instructor del caso Urigoitia para pedir al Gobierno la desclasificación de los documentos secretos.

En el registro que practicó el juez militar, no sólo se hallaron transcripciones, sino también copias de los documentos origina les, que Perote siempre negó haber realizado o tener en su poder. El coronel fue pillado tan in fraganti que intentó incluso comerse un papel, del que consiguió ingerir varios pedazos hasta que le fue arrebatado de las manos.

Vecino de celda y cómplice

Un vecino de celda de Perote, el teniente coronel José Ignacio de las Heras, procesado por la sustracción de 400 millones de pesetas del Ministerio de Defensa, fue sorprendido intentando esconder en la biblioteca de la prisión varios documentos secretos que le pasó el coronel.Garzón, previsiblemente informado por Perote del material que le había incautado Palornino, planteó el pasado 11 de julio un conflicto de jurisdicción ante el Supremo. Garzón pretende que el sumario abierto por el juez militar pase a su juzgado con el argumento de que la base del sumario castrense, los documentos incautados, coincide con la del caso Oñederra, en el que se investigan delitos de mayor gravedad.

En esta pretensión coincide -Garzón con los deseos de Perote, quien ha intentado repetidamente zafarse del juez militar y pasar a depender sólo de la Audiencia Nacional. La sala correspondiente del Supremo deberá resolver cuál de los dos jueces es competente para instruir el caso.A finales de julio, en cumplimiento de lo previsto en la ley del Poder Judicial, el juez militar suspendió la tramitación del sumario y elevó todas las actuacio nes al Tribunal Supremo. Entre el material remitido al alto tribunal están las copias de los papeles del Cesid que Palomino encontró en la celda de Perote.