Las "chabolas-bar" de Boadilla, derribadas, por la policía

Boadilla del Monte La Guardia Civil cargó ayer con mateN., rial antidisturbiosd contra un grupo de chabolistas marroquíes de Boadilla (18.400 habitantes) que se oponían a ser desalojados de sus chamizos, que funcionaban ilegalmente como bares y en los que se vendían pinchos morunos. Hubo cinco detenidos.

El enfrentamiento se produjo sobre las 13.30, cuando uno de los afectados se sentó delante de su chabola para impedir el paso de la excavadora. Cuando los agentes le apartaban del lugar en volandas, otro chabolista afectado por el desalojo acudió en su ayuda; ambos fueron reducidos a golpes.

Ello provocó que una docena de marroquíes apoyasen la resistencia a los desalojos y comenzaran a lanzar piedras contra los agentes, que respondieron con botes de humo y porras para dispersar a los inmigrantes, provistos de palos.

No hubo heridos en el enfrentamiento, si bien fueron detenidos cinco inmigrantes. Éstos esperaban ayer en el puesto de la Guardia Civil de Boadilla su traslado al juzgado de guardia de Móstoles. Dos de los cinco detenidos han sido acusados de resistencia a la autoridad; y tres, de agresión. Uno de ellos, además, carece de permiso de residencia.

Tras el enfrentamiento, fueron derribadas siete chabolas-bar de este asentamiento marginal de Boadilla, en el que existen 385 chamizos y viven unos 1.000 inmigrantes. Ayer se derribaron siete chabolas, las que funcionaban como bar.

Distintos jueces habían dado luz verde al derribo de los siete chamizos-bar. La iniciativa partió del Ayuntamiento de Boadilla, que posee un informe del Servicio Regional de Salud de la Comunidad de Madrid en el que se pone de manifiesto la falta de condiciones higiénico-sanitarias existentes en esas chabolas-bar. El municipio decidió derribarlas para evitar que se convirtieran en focos de enfermedades contagiosas", según indicó el concejal de Servicios Sociales, José Galeote Rodríguez, del PP. "Las enfermedades no sólo surgen en los bares, sino en cualquier chabola del poblado", se quejaban ayer los afectados.

El Servicio Regional de Salud elaboró dos estudios sobre estas siete chabolas (con barra, mesas y sillas, y donde se venden bebidas y comidas: pinchos morunos, entre otros alimentos) y advirtió del peligro higiénico-sanitario que suponían para los demás chabolistas de la zona.