Serra afirma que los socios de España le negaron información Clave durante la polémica del Cesid

El ministro, de Defensa, Eduardo Serra, aseguró, ayer en el Congreso que tiene constancia de que servicios secretos extranjeros estuvieron reteniendo la entrega de información extraordinariamente importante para España" hasta que el Gobierno decidió no desclasificar los papeles del Cesid. Serra hizo esta confidencia para demostrar que su afirmación de que la entrega a los jueces de los documentos secretos hubiera dañado el crédito exterior de España no es sólo retórica. Izquierda Unida, PNV y el Grupo Mixto criticaron duramente la decisión adoptada por el Consejo de Ministros del 2 de agosto.

Ante la Comisión de Defensa del Congreso, Serra no quiso detallar el alcance de esta falta de colaboración internacional y se limitó a decir que hubo "cierto retraso" en la entrega de información, que "se desatascó" cuando estuvo claro que el Gobierno no iba a desclasificar los papeles.El ministro aseguró enfáticamente que "no se trata de crear un ámbito impune a la Justicia" y que el Gobierno está decidido a que Ios culpables [de la guerra sucia] sean castigados".

Sin embargo, advirtió, si se hubieran entregado a los jueces los papeles que robó Perote, se estaría "dando de hecho la potestad de desclasificar a cualquier agente que se llevara documentos", lo que "dejaría inermes" a los servicios secretos, ya "parcialmente desmantelados".Asumir el pasado

El titular de Defensa no sólo apeló a la seguridad del Estado y a la necesidad de preservar la eficacia del Cesid para justificar una decisión "costosa y poco popular". Se remontó a la transición y a la polémica entre ruptura y reforma, para subrayar que hay que "asumir el pasado y no tirarse al vacío". La alternativa, dijo, estaba entre "respetar lo realizado por un Gobierno legítimo" o "tirar de la alfombra para que todos los muebles, algunos sucios, cayeran por el suelo".

Obviaménte, el Gobierno se inclinó por la primera opción, lo que a juicio de Serra constituye una muestra de "generosidad", ya que "no tiene implicación directa o indirecta con las actividades a las que se refieren esos papeles" y "no cabe imaginar que haya actuado movido por intereses distintos a la seguridad del Estado".

Serra, a quien se atribuye la decisión de no desclasificar los papeles del Cesid, frente a la opinión de otros ministros, insistió en que fue un acuerdo colegiado y sin fisuras" del Gobierno.

Las explicaciones no convencieron al portavoz de IU, Willy Meyer, quien dijo que, con la "gravísima e irresponsable" decisión del Consejo de Ministros, "salta por los aires el consenso constitucional". Francisco Rodríguez, del Bloque Nacionalista Galego, y Begoña Lasagabaster, de Eusko Alkartasuna, discreparon de la versión de Serra sobre la transición y reclamaron la entrega de los papeles a la Justicia.

Iñaki Anasagasti, del PNV, afirmó que la presencia de Serra en el Gabinete "infunde cierta sospecha" y que si el ministro de Defensa formara parte del Gobierno chileno, no ayudaría a que se hiciera justicia en el caso del español Carmelo Soria, asesinado por el régimen de Pinochet.

Por el contrario, Coalición Canaria, CiU y PSOE apoyaron la no desclasificación de los papeles del Cesid, aunque criticaron al PP por su cambio de posición.