Un astado remolón prolonga durante una hora el encierro de Fuenlabrada
El segundo encierro de Fuenlabrada (165.000 habitantes) duró más de lo previsto. Las tres reses emplearon una hora en cubrir el recorrido porque un toro perezoso se sentó media hora en la calle. El propio director de lidia, el torero El Javi, tuvo que utilizar el capote para conducir con aestría al animal hasta los chiqueros. Por otro lado, la compañía Seguros Amaya, contratista de las pólizas de los encierros celebrados en San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes), tendrá que pagar a los accidentados en los mismos, incluso a los que corrieron. ebrios, por no haber solicitado pruebas de detección de alcohol o drogas a los médicos que les atendieron.
Según el primer teniente de alcalde de Fuenlabrada, el primer toro cogió querencia en la fuente de los Cuatro Caños: "Eso ha sido lo que ha provocado el retraso, porque las dos reses restantes se han encerrado rápido". Para el Ayuntamiento de Fuenlabrada, la tardanza en meter al primer astado "no debe ser objeto de sanción por parte de la Comunidad de Madrid, ya que en el reglamento no se contempla la duración de los encierros". El segundo toro fue golpeado por un cabestro. Sin embargo, se levantó con rapidez y se dirigió al final del recorrido. En el segundo encierro, las peñas retiraron a una persona del recorrido por su estado de embriaguez. No hubo heridos. Hoy se celebra el tercer día de carreras ante los astados.En Algete (13.000 habitantes), las cosas fueron al contrario. El Ayuntamiento consiguió ayer rebajar notablemente la duración de los encierros de las fiestas del Cristo de la Esperanza, informa Carmen Arnanz. De las cuatro horas de años anteriores se ha pasado a poco menos de 30 minutos. El encierro, el único que tendrá lugar en los festejos, duró unos 15 minutos por toro, ya que se soltaron dos reses por separado.Aunque no se registraron heridos, el primer toro embistió contra la valla protectora en la primera curva, lo que creó momentos de tensión
Sin prueba de alcohol
Por otro lado, el representan te de la empresa de seguros encargado de supervisar los encierros de San Sebastián de los Reyes no solicitó pruebas de detección de alcohol en sangre a los accidentados, según confirmaron fuentes del centro sanitario donde se les atendió. Así, la empresa carece de pruebas documentales para su reclamación de no abonar las cantidades acordadas. Según fuentes municipales, "la compañía intentó no pagar los seguros basándose en declaraciones de algunos funcionarios municipales en las que se aseguraba que algunos corredores corneados estaban ebrios"."Es cierto que hay una cláusula en el contrato en la que se especifica que si se corre ebrio no se cobra el seguro, pero nada atestigua que los heridos estaban en este estado", manifestó el alcalde, Ángel Requena. Fuentes de Seguros Amaya han declinado hacer declaraciones al respecto.
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