Las diputadas de India se plantan contra sus colegas masculinos
Los hombres impidieron votar la reserva de un tercio de escaños para mujeres
Un debate sobre una enmienda constitucional destinada a reservar a las mujeres un tercio de los escaños parlamentarios en la India se ha convertido en una guerra de sexos, cuando el pasado viernes se impidió la votación sobre el mismo. La obstrucción del texto, que cambiaría la Constitución, ha levantado la indignación de 39 parlamentarias (de un total de 545 miembros) de la Cámara baja, que, abandonando los escaños de sus respectivos partidos, se han unido para estudiar cómo conseguir que la votación del proyecto no quede postergado hasta final de año.
La Cámara ha quedado claramente dividida entre hombres y mujeres. En principio, la votación sobre el proyecto quedó aplazada para la tarde del viernes, pero finalmente numerosos diputados anunciaron que ellos no tomarían parte en la misma mientras que no evacuen consultas en sus respectivas circunscripciones. Si no hay cuorum, la votación sobre el proyecto de ley podría quedar postergada incluso hasta diciembre."Se están riendo de nosotras. Nadie nos toma en serio", ha declarado Mamata Báneryi, una combativa parlamentaria conocida por sus virulentas intervenciones. "Esto demuestra claramente cuál es la actitud de los hombres, pero no vamos a consentirlo".
El proyecto prevé reservar para las mujeres un tercio de los escaños del Parlamento Federal, así como de las Asambleas Legislativas de los 25 Estados que componen la Unión India. Las mujeres son claramente minoritarias no sólo en el Parlamento, sino que sólo uno de los ministros del actual Gobierno es mujer.
Frente a la obstrucción masculina, las 39 mujeres que tienen escaño en el Parlamento han manifestado su solidaridad femenina abandonando los bancos de sus partidos para asesorarse juntas y ver cómo pueden reclamar que la votación tenga lugar "inmediatamente".
Báneryi y sus compañeras habían pedido que se realizara la votación sin debate previo, pero algunos de sus colegas masculinos han razonado que el proyecto era demasiado importante para aprobarlo tan precipitadamente.
"El proyecto contiene algunos defectos técnicos que deben ser corregidos", argumentó George Fernandes, del partido Samata. (Igualdad) para justifir la obstrucción que enfureció a las mujeres. "Se trata de una maniobra política para atraer el voto femenino ante las próximas elecciones provinciales. El cielo se va a derrumbar sobre nues tras cabezas si no votamos ahora", añadió. El primer ministro, H. D. Deve Gowda, había prometido la aprobación de este proyecto, pero tampoco tiene prisa. "No hay razón para dudar de las intenciones del Gobierno. Hago un llamamiento sincero en favor de este proyecto. No nos vamos a volver atrás de nuestra decisión".
Derecha
La derecha parece dividida sobre el tema. Como reflejo de una actitud muy extendida entre sus colegas masculinos, Madhukar Satpordar, diputado de la formación ultrahinduístas y ultranacionalista Shiv Sena, opina que "una simple ley como ésa no podría cambiar la postura de los hombres hacia las mujeres".Deve Gowda añadió que él había presentado el proyecto el jueves a petición de una parlamentaria, pero que él también había reflexionado sobre que una enmienda constitucional no debería ser adoptada tan deprisa.En cambio, entre los defensores de la causa femenina figura Atal Behari Vájpayi, que aparte de ser uno de los solteros más famosos del país dirigió en mayo pasado, durante 13 días, el Gobierno, tras ganar las elecciones al frente del bloque derechista Bharatiya Yánata (Partido Nacionalista), lavando gracias a su prestigio moral la imagen de corrupción que había golpeado en los meses anteriores a esta formación. "Adoptemos esta ley", dijo Vájpayi el pasado viernes en el debate parlamentario. "Hay que apoyar a las mujeres. No veo dónde está el problema".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.