Sólo el 0,4% de los votantes marroquíes se opuso a un Parlamento bicameral
Marruecos ha aprobado casi por unanimidad una nueva Constitución hassaniana, por la que se establece un sistema parlamentario bicameral, según los datos oficiales ofrecidos ayer por el ministro de Estado encargado del interior, Dris Basri, del referéndum celebrado el pasado viernes en la consulta constitucional participaron, dijo el ministro, más de diez millones de votantes -el 82,95% de los electores- de los que el 99,56% apoyó las reformas, mientras que sólo 45.324 votantes se opusieron a las mismas.Las reformas constitucionales planteadas por el rey Hassan II establecen el bicameralismo, instituyen la región, el sufragio universal directo a la Cámara de Diputados, el Tribunal de Cuencas, garantizan constitucionalmente el derecho a la propiedad a la libertad de empresa y resultan los antiguos planes de desarollo. Pero sobre todo abren las puertas y los horizontes a una nueva dinámica política, que podría llevar a los partidos de la posición democrática -Unión Socialista de las Fuerzas Populares e Istiqlal- hasta el Gobierno, según vaticinaban ayer los observadores diplomáticos en Rabat.
El Gobierno del primer ministro Abdelatif Filali tiene previsto presentar ante el Parlamento, en las próximas horas, una serie de proyectos de ley con los que se establecerán las competencias y características de la nueva Cámara de Representantes y se adecuarán las viejas leyes electorales las nuevas instituciones. Todo este proceso tiene como principal objetivo permitir la convocatoria e unas elecciones legislativas antes del próximo verano, cumpliéndose así los proyectos polítios anunciados por Hassan II en los últimos meses.
Los partidos de la oposición se muestran, sin embargo, cautos al hacer una valoración política el resultado del referéndum y de as reformas constitucionales. En el fondo temen que la segunda cámara -la Cámara de Representantes-, elegida a través de un voto indirecto y destinada a albergar el voto conservador e institucional y que goza de unos poderes excesivos, sirva de hecho para controlar y frenar al Gobierno y a la Cámara de Diputados, elegida por sufragio democrático y directo.
Basri trató ayer de tranquilizar en este sentido a la oposición democrática.
