Siete muertos en el accidente de un autocar en Cuenca por la lluvia y la velocidad excesiva

El exceso de velocidad, confirmado tras el análisis del tacógrafo, sobre el asfalto mojado causó ayer el derrapaje de un autocar marroquí en la carretera Valencia-Madrid a la altura de Minglanilla (Cuenca). Siete personas -cinco hombres, una mujer y una niña de seis años- murieron y 20 resultaron heridas al caer el vehículo desde un puente de cinco metros. Todos los pasajeros eran marroquíes residentes en Italia y n viaje a su país natal. La lluvia era moderada, peto el autobús rebasó "ampliamente", según fuentes oficiales, los 60 kilómetros por hora de limitación en ese tramo.

El autocar salió a las 18.00 horas del lunes de Nápoles. Allí embarcaron 17 personas, entre ellas Abdelkrim Miri, que compró un billete para Casablanca (Marruecos) por 300.000 liras (unas 36.000 pesetas). Dos conductores iban turnándose y Miri recuerda que uno ya chocó nada más salir. Para efectuar los relevos, el vehículo se detenía media hora cada vez. En Génova se realizó una parada más prolongada. Eran las 10.00 del martes y subieron ocho pasajeros. Así, ayer viajaban 27 personas, incluidos los chóferes.A las 7.35 de ayer los trabajadores de un taller de maquinaria agrícola de Minglanilla escucharon un ruido "como de un trueno Uno de ellos, Antonio Martínez, de 37 años, se dirigió hacia el puente y observó cómo un joven español, posiblemente el conductor de un turismo, pedía a gritos una ambulancia.

El autobús había tomado una curva a la izquierda indicada como peligrosa en una señal de tráfico. Circulaba por la N-III justo a la altura del casco urbano de la localidad conquense. Ya era de día y la visibilidad era suficiente pese a la lluvia. Otra señal prohíbe circular a más de 60 kilómetros por hora. La velocidad del vehículo era más alta, según demostró su tacógrafo, pero esta circunstancia no fue percibida por todos los pasajeros. Miri declaró en el hospital de Requena (Valencia): "Era todo normal. El autocar patinó". Miri reconoció, sin embargo, que iba medio dormido. Más concreto fue Azzi Denn, de 33 años, quien explicó: "Iba rápido, a unos 90 por hora. Frenó y volcamos".

La curva efectúa un ligero descenso en sentido a Madrid, el del vehículo. Llovía desde las dos de la madrugada, pero no con la intensidad de horas después. Así lo recuerda Luis Navarro, de 40 años, que había salido a comprar pan. Al regresar, observó cómo, desde su fábrica de cuchillos, su madre había llamado a la Cruz Roja local, que posee una ambulancia. La llegada de la policía, la Guardia Civil y las ambulancias fue inmediata según todos los testigos. Un camión de bomberos volcó cuando intentaba llegar al lugar y un camión hizo la tijera minutos después cerca del autobús.

"Los heridos salían a gatas como podían, pero algunos no querían ser atendidos", explicó un vecino del pueblo. En ese instante llegó un equipo de Canal 9, que casualmente circulaba por el lugar, y tomó imágenes del dramático rescate. Seis cadáveres fueron sacados de entre los hierros y quedaron depositados en una acera, cubiertos con las ropas de los equipajes. Uno de los conductores se encuentra entre los fallecidos. Los heridos más graves fueron trasladados al hospital de Requena y a los leves se les atendió en el centro de salud de Minglanilla. Después los supervivientes se reagruparon en e hospital requenense. Uno de los heridos más graves, Issimani El Kebir, murió en las primeras horas de la tarde en el hospital. El resto no corre peligro, aunque dos presentan traumatismos de consideración. Las únicas mujeres, una madre y su hija de seis anos, murieron en el acto.

El autobús dio una vuelta y cayó sobre el techo. Quizá los equipajes de mano ubicados sobre las cabezas de los pasajeros amortiguaran el golpe, comentó el gobernador de Cuenca, Luis Casero. De otro modo no se explica que la tragedia se limitara a siete muertes. El vehículo, un Renault, quedó aplastado.

Los pasajeros son trabajadores con los permisos en regla para residir en Italia. El Gazhali, de 43 años, que subió en Génova, lleva seis años en el país transalpino, pero otros, como Miri, llegaron hace 16 años. En su mayoría, trabajan en la agricultura y la industria. Regresaban de vacaciones a su país natal.

El tacógrafo no se encuentra en estado ideal y no ha establecido la velocidad exacta, pero sí demuestra que el autocar superaba "ampliamente" la prohibición. También se buscan datos de la compañía y la ruta. En principio, nada indica irregularidades. Se han recuperado las hojas de trayectos, el nombre de los pasajeros y los números de pasaporte.

La empresa marroquí Naimatour efectúa una ruta desde Italia que recorre la Costa Azul, francesa, y entra a España por Figueres. Desde Valencia toma la inconclusa autovía Valencia-Madrid. En Granja de Iniesta (Cuenca), el autobús siniestrado tenía previsto desviarse hacia Manzanares (Ciudad Real) para desde allí tomar la autovía de Andalucía hasta Algeciras.

Otro accidente en la misma carretera causó dos muertos horas más tarde. Dos camiones y dos turismos chocaron a la altura de Requena, a unos 40 kilómetros de Minglanilla.