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Yeltsin pone en manos de Chernomirdin el control directo de las Fuerzas Armadas rusas

El presidente ruso, Borís Yeltsin, que se encuentra de vacaciones en los alrededores de Moscú y que se prepara para una próxima operación de corazón, traspasó ayer el control de los llamados ministerios de fuerza (Defensa, Interior, Situaciones de Emergencia, Guardafronteras, Seguridad y Espionaje) al primer ministro, Víktor Chernomirdin. Yeltsin se reserva el botón nuclear. Estos ministerios, más el de Exteriores, se subordinan directamente al presidente y no al jefe de Gobierno. La decisión presidencial se interpreta como un intento de frenar al general Alexandr Lébed.

"El presidente Yeltsin ha ordenado a los titulares de los ministerios de fuerza que, mientras duren sus vacaciones, coordinen con el primer ministro Chernomirdin todos los problemas que necesitan de una decisión del jefe del Estado", dijo Serguéi Yastrzhembski, secretario de prensa del líder ruso. El jefe del Gobierno podrá convocar a reuniones del Consejo de Defensa para tratar, en caso de necesidad, los problemas urgentes relacionados con las Fuerzas Armadas.Aunque esta decisión de Yeltsin es natural, ya que según la Constitución rusa el primer ministro es quien debe asumir la jefatura del Estado en caso de incapacidad o ausencia prolongada del presidente, algunos observadores la interpretan como una decisión tendente a frenar las ambiciones de poder del general Alexandr Lébed que, como secretario del Consejo de Seguridad, podría coordinar las actividades de los ministerios de fuerza. Sin descartar que la idea de evitar que Lébed concentre más poderes de los que ya tiene haya estado presente en la decisión del presidente, también es muy probable que se trate de una prueba para ver si el secretario del Consejo de Seguridad se da por satisfecho con esta orden o exigirá un documentó formal de traspaso de la jefatura del Estado a Chernomirdin antes de que Yeltsin sea internado para su operación de corazón.

La importancia de un documento de este género, que ya pidió la semana pasada Lébed, consiste en que con él prácticamente se elimina la figura de Anatoli Chubáis, el jefe de la administración presidencial, a la hora de tomar decisiones importantes en ausencia de Yeltsin. Chubáis, consciente de ello, se opone a que el presidente entregue temporalmente la jefatura del Estado, y asegura que si lo acaba haciendo será por un tiempo muy breve. "Será cuestión de horas o de un par de días, no más", declaró Chubáis, que no parece tener buenas relaciones ni con Chernomirdin ni con Lébed. Esta circunstancia llevó el pasado domingo al principal programa político semanal de la televisión a pronosticar un próximo acercamiento entre ambos.

El propio Chernomirdin, por su parte, calificó de "artificial" el problema del traspaso de facultades, además de que hablar de ello es "una falta de tacto". "Para mí, el presidente sigue siendo presidente tanto durante la operación como durante el periodo de tratamiento" posterior.

La intervención quirúrgica de Yeltsin se realizará a fines del presente mes y no será postergada para octubre, aseguró ayer Yuri Petrov, número dos del equipo médico del Kremlin. Los mejores especialistas en cardiología se reunirán "en los próximos días" para determinar la fecha exacta en la que le harán a Yeltsin el bypass cardiaco, dijo Petrov, quien aseguró que serán médicos rusos los que realicen la operación.

El 'botón nuclear'

El llamado botón nuclear, mientras tanto, sigue en poder de Yeltsin, según subrayó Yastrzhembski. Lo que en realidad tiene el presidente es un maletín nuclear, en el que se encuentra el legendario botón. Pero ésa es una pieza con la que no se puede disparar misiles y sólo sirve para comunicarse con el Punto Central de Mando, que, a su vez, se comunica con las plataformas de lanzamiento. Se ignora por ahora dónde estará ese maletín mientras Yeltsin es operado y se repone de la intervención.Los maletines nucleares -generalmente de color negro o gris y de unos 12 kilos de peso- son tres: el del presidente, el del ministro de Defensa y el del jefe del Estado Major General de las Fuerzas Armadas. Aunque con estos maletines no se pueden disparar misiles, son indispensables a la hora de hacerlo, pues quienes los poseen son los que deben dar el código para que los responsables de los cohetes puedan efectuar el lanzamiento.

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