Cipriá Ciscar rechaza la "renuncia irrevocable" de la gestoría navarra

La Ejecutiva Federal. del PSOE no acepta la "dimisión irrevocable" dé la comisión gestora del Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) nombrada el 24 de junio tras el escándalo Otano, cuando se descubrió que el entonces presidente del Gobierno navarro, el socialista Javier Otano, tenía una cuenta secreta en Suiza. La gestora acordó dimitir el sábado, después de que una reunión extraordinaria del comité regional reprobara su decisión de abandonar el Ejecutivo autonómico y pasar a la oposición.

El secretario de Organización del PSOE, Cipriá Ciscar, viaja mañana a Pamplona con un mensaje nítido: la gestora tendrá que, continuar para cumplir su misión, la regeneración del partido en esta comunidad. Ayer ya habló por teléfono con uno de los seis miembros de la gestora, que encabeza Alberto Pérez Calvo. El número tres socialista tiene el encargo de convencer a la gestora aunque sólo sea arrancándole el compromiso de una continuidad provisional.La posición de la Ejecutiva Federal es firme, según fuentes de la dirección socialista. Su criterio para no tener en cuenta la desautorización de la gestora es que fue elegida expresamente por la dirección federal y, por tanto, sólo debe responder ante ella. Este argumento, que mañana defenderá Ciscar, supone a su vez una desautorización a la mayoría del comité regional que votó contra la gestora por no aceptar su criterio de que el PSN-PSOE no debe presentar ningún candidato para presidir el nuevo Gobierno de Navarra ni debe participar en él. Las bases se resisten a pasar a la oposición.

El partido socialista cuenta en esta comunidad con unos 3.000 afiliados, y en las elecciones del 3 de marzo consiguió 98.102 votos. El partido ganador fue UPN-PP, con 120.335 votos, que ahora aspira a hacerse con la presidencia del Gobierno, vacante tras la renuncia de Otano.

La firmeza de la posición de la Ejecutiva Federal se basa en que la gestora está cumpliendo de manera correcta y rigurosa el cometido para el que fue elegida y, concretamente, por su firme decisión de que el PSOE pase a la oposición en Navarra, tras la cadena de escándalos que han protagonizado los ex presidentes socialistas de la comunidad Gabriel Urralburu y Javier Otano. El objetivo es conseguir que el partido recupere el crédito ante sus electores, una vez se compruebe que no hay pendientes más casos de corrupción.

La dirección federal cree que podrá convencer a los seis miembros de la gestora, o al menos a una mayoría de ello, para que continúen. Les garantiza su respaldo total.