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Los palestinos paralizan Gaza y Cisjordania antes de la movilización de hoy en Jerusalén este

Los palestinos paralizaron ayer Gaza, Cisjordania y el sector árabe de Jerusalén en el primer paso de una movilización popular con la que Yasir Arafat quiere frenar la política expansionista de la derecha en el poder en Israel. La huelga de cuatro horas, la primera desde que Arafat asumió el control parcial en 1994 de los territorios ocupados, constituyó una clara manifestación de unidad en momentos en que el proceso de paz se tambalea por la intransigencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su empeño por ampliar las colonias judías en contravención a los acuerdos de Oslo.

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Sin embargo, en medio de esta tensión y de la movilización popular convocada para hoy en la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén este, israelíes y palestinos anunciaron ayer la reanudación, la semana próxima, de las negociaciones de paz, paralizadas desde hace cuatro meses.Desde hace días, entre los palestinos se habla de una segunda Intifada ante el penoso estado del proceso de paz, y esa posibilidad la sopesan con sincera alarma funcionarios israelíes y norteamericanos frente a la marcha de Jerusalén, que debe realizarse hoy. El propio Arafat, que el miércoles convocó a una masiva participación en las oraciones a mediodía en la mezquita de Al Aqsa, impartía ayer órdenes para evitar enfrentamientos con la policía israelí, que ha reforzado considerablemente su presencia dentro de la ciudad amurallada y en los numerosos puestos de control en las vías de acceso a Jerusalén. Arafat, que ha instado a sus conciudadanos a congregarse en la ciudad santa para reafirmar las reivindicaciones sobre la capital que se disputan israelíes y palestinos, no volvió a mencionar ayer la palabra "guerra", pero tampoco demostró esperanzas de que Netanyahu, por miedo a una nueva Intifada o por presiones intemacionales, vaya a cambiar su objetivo de. lo que los palestinos describen como "la política de judaización de Jerusalén y las tierras palestinas".

Momentos después de terminar la huelga, el ministro de Asuntos Municipales de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Saeb Erakat, y el general retirado israelí Dan Shomrón sostuvieron un primer contacto en un hotel de Jerusalén, un indicio de que el diálogo diplomático entre palestinos e israelíes sobrevive a pesar de la guerra verbal. Erakat y Shomrón, responsables del comité de seguimiento del proceso de paz, anunciaron luego que las negociaciones, paralizadas desde la llegada al poder de los conservadores israelíes, se reanudarán la semana próxima en una fecha por determinar.

De todos modos, el pesimismo de los palestinos es justificado., Mientras Erakat y Shomrón hablaban en nombre de sus Gobiernos, Radio Israel confirmó por sorpresa que Netanyahu piensa construir cerca de 3.000 viviendas para colonos judíos. "Si todo esto no fuera tan trágico y humillante, sería una comedia", dijo visiblemente irritado uno de los asesores de Arafat. El ministro de Defensa israelí, Isaac Mordecai, dijo que los planes de ampliación de viviendas para colonos judíos fueron elaborados por los anteriores Gobiernos laboristas, y que lo único que está haciendo Netanyahu es "suspender la congelación" de esos proyectos.

Apoyo jordano

El rey Hussein de Jordania salió indirectamente en defensa de Arafat, al despachar rápidamente ayer a su- primer ministro, Abdel Karim al Kabariti, a Ramala, donde se encuentra en estos momentos Arafat. Kabariti dijo que la expansión de los asentamientos es inaceptable y utilizó la palabra "asedio" para definir el cierre de Cisjordania y Gaza.Gran parte de la frustración palestina viene del hecho de que el primer ministro israelí, desde su llegada al poder hace 100 días, se ha negado incluso a levantar el teléfono para hablar con el presidente palestino. Lo malo es que Netanyahu, según uno de sus más estrechos colaboradores entrevistados por EL PAÍS anoche, no tiene la menor intención de levantar el bloqueo que le ha impuesto al líder palestino. Mucho menos aparecer con un gesto de desagravio. "Después de lo que ha dicho Arafat, no veo cómo Bibi [Netanyahu] pueda tomarse un café con él. De momento es imposible", dijo la fuente.

[Un soldado israelí resultó muerto y otro herido en una emboscada ayer del grupo proiraní Hezbolá en la frontera con Líbano, informa France Presse].

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