_
_
_
_
_

Una pareja ebria causa graves daños en la cabeza a su bebé en plena calle

Jan Martínez Ahrens

Antonio M. R., empleado municipal de 41 años, y su compañera, Pilar N. C., de 44, limpiadora de hospital, fueron detenidos el lunes acusados de maltratar a su bebé de 40 días. La pareja ya había sido denunciada 10 días antes por unos vecinos, que también habían alertado a los servicios sociales del riesgo que coma la criatura. La custodia del menor no le había sido retirada a la pareja.Los hechos que culminaron en la detención de los padres se iniciaron a las 22.30 del lunes. La pareja, tras tomarse unas copas, se había enzarzado en una discusión en la calle de Palencia (Tetuán). Ante los vecinos, empezaron a golpear el asa del carrito en el que llevaban a su hijo. "La indignación de los presentes subió de tono cuando la madre tomó al niño en sus brazos y lo arrojó al suelo. Acto, seguido, el cochecito pasó por encima, del bebé, lo que agravó sus lesiones", afirma la Jefatura Superior de Policía. Un testigo y una fuente policial próxima al caso dicen que el bebé pudo caerse del carrito debido al zarandeo al que fue sometido por sus padres.

Los hechos fueron seguidos por los vecinos, quienes al grito de "sinvergüenzas" y "criminales" les persiguieron. Los padres recogieron a la criatura del suelo y se dieron a la fuga. Entraron en el bar Soler, de la misma calle, y con el bebé ensangrentado en brazos pidieron, como recuerda un camarero, un par de cubatas de ginebra con Coca-Cola. Allí mismo, con las copas en la mano, les detuvo la policía. Al ser arrestados presentaban "síntomas de embriaguez", según del relato policial.

El niño ingresó en La Paz con fractura bilateral de cráneo, heridas en los labios, un hematoma frontal y una rozadura en la rodilla. Su pronóstico era reservado.

La detención no sorprendió a los inquilinos del inmueble donde vivía la pareja. De hecho, la Policía Municipal, los Servicios Sociales del Ayuntamiento y la Comunidad, así como la Policía Nacional, ya habían sido informados por los vecinos de la posibilidad de que el niño fuese objeto de maltrato. Una situación que desembocó el 15 de agosto en la presentación en la comisaría de una denuncia. Esta iniciativa la tomó un matrimonio -Eva María Lemasurier Fuentes y Sebastián de Diego García- ante lo que ellos califican de "tortura continua" del pequeño a manos de unos padres alcohólicos".

La Ley del Menor establece la obligación de que cualquier persona, ante una situación de riesgo o maltrato a menores, la ponga en conocimiento de las autoridades.

Una inspección policial previa no descubrió signos de violencia en el bebé

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El pasado 13 de agosto se registró una nueva discusión nocturna. En esta ocasión, siempre según el relato de los denunciantes, la madre le gritó al bebé: "A ver si te mueres de una puta vez". Al escuchar esta amenaza, el matrimonio vecino avisó a la Policía Municipal. Los agentes acudieron inmediatamente y llamaron a la puerta de los padres del bebé. No les abrieron. La policía, al carecer de orden judicial de entrada, se retiró no sin antes facilitar a los denunciantes el teléfono del Servicio Social de Atención de Emergencias Sociales (900 100 333), donde les aconsejaron presentar denuncia en la comisaría del distrito.A la noche siguiente, los denunciantes volvieron a escuchar gritos. "La madre estaba azotando al niño. Hasta el padre le pedía que parase", recuerda De Diego, y añade: "Esta vez llamé a la Policía Nacional, y cuando llegaron tampoco les dejaron entrar". A la mañana siguiente, De Diego y su esposa presentaron la denuncia en la comisaría de Tetuán. "Entonces, por primera vez, se les vio tender la ropa del crío y cerrar las ventanas por las noches. Incluso llamaron a unos familiares para que limpiasen el piso", dice De Diego.

El Grupo de Menores de la Policía Judicial fue informado y mandó dos agentes al piso. La inspección del bebé, que estaba dormido, no encontró signos de violencia. Una fuente de la investigación señaló que el pequeño, como mucho, había sido sometido a maltrato pasivo. A la vivienda también acudió una técnica de los servicios sociales para investigar la situación familiar. Los informes de ambas instituciones fueron remitidos a la Fiscalía de Menores, que estaba ponderando la retirada de la custodia cuando se registró la detención de la pareja, que ayer permanecía en la comisaría.

"Yo me pregunto de qué ha servido denunciar si se ha llegado a esto, a que el bebé haya tenido que ser ingresado en un hospital. Me pregunto para qué sirven los médicos, la policía, los asistentes, los teléfonos de urgencia, si al final paga el bebé", concluyó De Diego.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_