Mal empezamos
Ya está aquí la Feria de Colmenar Viejo. Empieza con malos augurios. La corrida viene con remiendos y un torero, Julio Aparicio, se ha caído del cartel. Dicen que su apoderado exigió que los toros pasaran antes por la barbería y como el establecimiento estaba cerrado a Julito le dio un dolor muy fuerte en las cervicales. Lo de la visita al barbero lo dice el empresario. Lo de la tortícolis lo dice el parte facultativo que presentó el diestro. Ni quito, ni pongo.Pero hay un acontecimiento inusitado. La corrida la ha presidido Mariano Aguirre, que es como la cabeza visible de los aficionados, porque representa a todas las peñas federajas. Y Mariano ha pasado su primer examen en el palco con un aprobado alto. Mandó al corral con energía y sin discusión los bichos tullidos y envió el aviso a Litri con puntualidad matemática.
Pedrés / Litri, Tomás
Toros de Martínez Pedrés (tres rechazados en el reconocimiento, uno devuelto por inválido), discretos, 5º manso, 6º inválido. Dos de Aldeanueva, 3º devuelto por inválido, 4º bien presentado, noble, muy flojo. 1º, de Vicente Charro, anovillado.Sobreros, de Vicente Charro, 2º anovillado, con genio; de Valdeolivas, 3º, bien presentado, manejable. Litri: oreja, oreja -aviso- y algunos pitos. José Tomás: ovación y salida al tercio, ovación y salida a los medios, dos orejas. Ambos salieron en hombros. Plaza de Colmenar Viejo, 24 de agosto. Primera corrida de feria. Cerca del lleno.
Se equivocó al cambiar con una vara al toro que abrió plaza, que quedó muy entero en banderillas y que pudo dar un disgusto a un banderillero. Después aprendió la lección y mantuvo los dos puyazos en el segundo y en el quinto. Y cayó en el fervor orejista, al conceder la segunda oreja a José Tomás, por una labor de enfermero en el inválido sexto, al que mató de una estocada desprendida. Ahí falló el flamante presidente, porque para la segunda oreja hay que tener en cuenta las condiciones de la res y la estocada.
Otra cosa fue la labor de los diestros, acogida con exagerado entusiasmo por el público. Litri sigue sin saber torear con el capote, que maneja como si estuviera sacudiendo una alfombra. A su primer toro le dio muchos medios pases, sin llevarlo nunca toreado. Calentó el fervor de las peñas con tres molinetes de rodillas. No pudo con el tercero ni con el quinto. Volvió a los medios pases, ahora con enganchones. Sólo le salieron largos los de pecho, acogidos por el público con histérico clamor. Con el quinto montó un cirio a la hora de matarlo.
José Tomás se llevó el gato al agua en el último del encierro, al que dio muchos pases sin emoción, porque el toro apenas se tenía en pie. Estuvo muy valiente con su primero que le cogió dos veces. En el otro, anduvo discreto. Estaba anunciado como sobresaliente el veterano Pascual Mezquita, al que no dejaron intervenir en algún quite, como es educada costumbre en los mano a mano.
Babelia
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