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Simitis acusa a Turquía de mantener en Chipre una "actitud provocadora"

El primer ministro griego, Costas Simitis, llegó ayer a Chipre, donde reina una calma tensa, para analizar la crisis desatada por la muerte de dos grecochipriotas durante las manifestaciones antiturcas de la semana pasada. Simitis, que fue recibido en el aeropuerto de Larnaca por el presidente de Chipre, Glafcos Clerides, declaró que la violencia demuestra la "actitud provocadora" de Turquía, que ignora las reglas de la justicia y las decisiones de los organismos internacionales.

"La lucha de Chipre es una lucha de toda la nación y la solución del problema constituye la primera prioridad del helenismo", dijo Simitis. El gobernante griego reiteró su llamamiento a la Unión Europea (UE) para que tenga en cuenta "sus responsabilidades" en cuanto a la resolución pacífica del problema del "único país de Europa aún dividido". Chipre tiene solicitado su ingreso en la UE.En Ankara, el primer ministro turco, Necmettin Erbakan, declaró que es "una desgracia" ser vecino de Grecia. Y añadió que "mientras que Atenas tenga esa actitud no será posible restablecer la paz" en la región.

Tras la independencia de Chipre del Reino Unido, en 1960, el conflicto interétnico entre las dos comunidades que habitan la isla se agravó y Naciones Unidas decidió en 1964 enviar un contingente de tropas con la misión de evitar los enfrentamientos. Tras el golpe de 1974, auspiciado por el régimen de los coroneles gobernante en Grecia, Turquía invadió la isla y se formalizó la división del país: en el tercio norte reside la comunidad turcochipriota, respaldada por unos 30.000 soldados turcos. En el resto, los grecochipriotas y el Gobierno legítimo. La llamada línea verde, trazada de un extremo a otro de la isla, es una zona tampón entre las dos comunidades que está controlada por unos 1.200 soldados de la ONU.

La 'línea verde'

La violencia de la semana pasada ha sido la peor que padece esta isla mediterránea desde la invasión turca. Uno de los grecochipriotas murió por una paliza de los turcochipriotas y el otro por los disparos -cinco, según los forenses- de dos policías turcos, cuando trataba de arriar una bandera turcochipriota. Ambos sucesos ocurrieron en la línea verde."Los esfuerzos realizados hasta el momento, sobre todo bajo los auspicios de Naciones Unidas, no han dado fruto. Por ello tenemos que pensar y tomar nuevas iniciativas", dijo Simitis para exponer la razón de su viaje a Chipre.

Mientras en Chipre, una vez enterrada el viernes la última víctima, reina una calma tensa, en Grecia se suceden las manifestaciones antiturcas. Ayer hubo una en Salónica, pero la más violenta fue el viernes en Komotini, principal núcleo, junto con Xanthi, de la comunidad musulmana de Tracia -150.000 personas-, asentada en esa provincia griega durante el imperio otomano.

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