El PNV quiere averiguar en el Parlamento "qué hay en los papeles del Cesid"

La ejecutiva del Partido Nacionalista Vasco (PNV) acordó ayer poner en marcha en el Congreso de los Diputados, a la vuelta del verano, las medidas necesarias para conocer el contenido exacto de los papeles secretos del Cesid sobre la guerra sucia contra ETA que el Gobierno se niega a desclasificar. La dirección peneuvista analizó el resultado de la última reunión de la Mesa de Ajuria Enea, en la que no fue posible un consenso con el PP y el PSOE sobre la criticada puesta en libertad del general Enrique Rodríguez Galindo y la negativa del Ejecutivo a entregar a los jueces los papeles del Cesid. La cita, según dice ahora el PNV, no fue "insatisfactoria".

Pasado el verano, en el Congreso de los Diputados volverá a hablarse del caso GAL. El PNV tiene intención de llevar al Parlamento todas las iniciativas que sean necesarias para conocer el contenido de los papeles del Cesid que se refieren a los casos de guerra sucia que está investigando la justicia. "No nos creemos que esté en juego la seguridad del Estado y por ello será bueno que se conozca con exactitud lo que contienen esos documentos", indicó Xabier Arzalluz en la rueda de prensa tras la reunión de la ejecutiva. El presidente del PNV no descarta que su partido pida en los próximos meses una reunión de la Comisión de Secretos Oficiales del Parlamento.En opinión de los nacionalistas vascos, la reciente decisión del Gobierno de no entregar a la Audiencia Nacional los documentos del Cesid sobre el caso GAL "ha impedido que un juez tenga pruebas" sobre la guerra sucia antiterrorista "y eso es algo que queremos medir". Tan pronto como empiece el curso parlamentario, los peneuvistas actuarán -"con actos que no sean meramente testimoniales", puntualizó Arzalluz- "para averiguar qué hay realmente en esos papeles".

El líder del PNV precisó que en la última reunión de la Comisión de Secretos Oficiales, en la que está presente el PNV, los parlamentarios pudieron tener delante "veinte mil fichas", pero no información concreta. Ahora, argumentó, la situación es distinta, porque los jueces demandan unos documentos determinados, que están ahí. "Hay toda una documentación de Perote y compañía que corre por ahí y cabe pedir que se haga un cotejo. Los propios diputados deben medir hasta qué punto se está barajando la seguridad del Estado o no. Nosotros vamos a ir por ahí".

"Se creará una situación interesante", vaticinó Arzalluz ante la posibilidad de que quede patente en el Congreso que los papeles de los servicios de espionaje que tratan de autentificar los jueces no son determinantes para la seguridad del Estado, en contra de lo que sostiene el Gobierno.

Arzalluz también se refirió a las discrepancias que mostraron el PSOE y el Partido Popular en la Mesa de Ajuria Enea para llegar a un acuerdo con el resto de los partidos y afirmó que ninguna de estas formaciones políticas "se atreve a decir que se puede utilizar la violencia para pedir que desaparezca otra violencia". Pese a las recientes críticas del PNV, el líder nacionalista valoró el futuro de la Mesa asegurando que el hecho de que las diferencias se manifiesten, no quiere decir que se muera nada". Incluso describió con humor la existencia de estás diferencias: "Me alegro de que pase, porque si no, más que una mesa parece una lámpara, siempre a los mismos voltios y siempre con las mismas bombillas y con las mismas luces; eso no es vivo".

Último recurso de paz

El presidente del PNV aseguró que mientras haya violencia, la Mesa de Ajuria Enea tiene que seguir funcionando porque, según dijo, es "al Movimiento de Liberación Nacional Vasco [MLNV] a quien posiblemente más le dolería que desapareciera". "Sabe muy bien que [la Mesa de Ajuria Enea] es al final el último recurso de paz, también para ellos".La ejecutiva nacionalista analizó también los primeros cien días del Gobierno del PP. Según Arzalluz, "pese a no haber un pacto con esa formación política, las relaciones en materia de política autonómica son mejores que con el Gobierno del Partido Socialista". Incluso no descartó que en el futuro puedan llegar a tener un pacto con el PP "en un grado de intensidad hoy por hoy imprevisible".

Por su parte, los socialistas vascos salieron ayer al paso de las declaraciones del lehendakari, José Antonio Ardanza, y del dirigente de EA Iñaqui Oliveri en las que acusaban al PSOE y al PP de anteponer su condición de nacionalistas españoles a la condición de demócratas y de interpretar la Mesa como un pacto "exclusivamente anti ETA". Rosa Díez, portavoz de la Ejecutiva del PSOE de Euskadi, respondió muy duramente a estas críticas: "Es típico de la visión simplona, maniquea y demagógica del nacionalismo adjudicar a los demás sus mismas motivaciones y pensar que el mundo se divide en nacionalistas de distinto signo".

Diez recalcó el que a su juicio es el principal objetivo de la Mesa: "La actitud de estos partidos al pretender que el Pacto no es sólo contra ETA demuestra su obsesión nacionalista de encontrar otro mal, por muy fantasmal y pasado que sea [en referencia al GAL] que oponer al mal real de ETA, único que hoy acecha a la sociedad vasca; porque siempre están más cómodos situándose en medio, en la equidistancia, en lugar de enfrentar el peligro real que tenemos delante".

En opinión de la dirigente socialista, las críticas de PNV, EA e Izquierda Unida a los socialistas tras la última reunión del Pacto, en la que los partidos no se pusieron de acuerdo sobre la excarcelación de Galindo y la negativa del Gobierno a desclasificar los papeles del Cesid, "demuestran que lo único que les interesa es mantener posturas de cara a la galería de la opinión pública, lo que no tiene nada que ver con el Estado de derecho". Además, manifestó que los partidos políticos no deben interferir en los procesos judiciales relacionados con el GAL y que tampoco debe hacerlo el Pacto de Ajuria Enea.