La colonia del PP

Castellón Se está convirtiendo en la Marbella de la Costa del Azahar, aunque más plagada de políticos y empresarios que de famosos del cine, la canción o el asueto perenne. Oropesa, como el padel, están de moda gracias a José María Aznar. Es el sexto año consecutivo que la familia del actual presidente del Gobierno veranea en Les Platgetes de Bellver, una tranquila y lujosa urbanización en el límite entre Benicàssim y Oropesa (Castellón). Sin embargo, nunca hasta ahora su visita había causado tanto revuelo. Los dos municipios colindantes se disputan la gratuita campaña promocional que implica alojar al máximo dirigente. De hecho, el Ayuntamiento de Oropesa, encabezado por el también popular Rafael Albert, instaló unos días antes de la llegada de Aznar un cartel que recuerda al visitante que se encuentra en el término municipal de esta población.Jaime Mayor Oreja, se sumará esta semana, como en los últimos años, a las vacaciones mediterráneas de Aznar. El ministro del Interior, su esposa y sus dos hijos pasarán una semana en Les Platgetes, donde convivirán con la familia del presidente en la casa. de 600 metros cuadrados que el propietario de Porcelanosa les ha cedidó. La vivienda dispone de 14 habitaciones, distribuidas en dos plantas individuales. Nada más verla, Ana Botella, la señora de Aznar, eligió personalmente la habitación que ocupará Mayor Oreja. Otros miembros del Gobierno, como el ministro de Trabajo, Javier Arenas, podrían visitar en los próximos días al líder del PP, rodeado ya de una importante camarilla de su partido. En esta misma urbanización veranea Fernando Villalonga, el secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica; Nemesio Fernández Cuesta y Luca de Tena, el secretario de Estado de Energía y Recursos Naturales, y Joaquín Farnós, el consejero de Sanidad de la Generalitat valenciana, entre otros.

Una fortificación

Les Platgetes se asemeja estos días más a una fortificación que a un retiro de descanso vacacional. El equipaje presidencial incluía a las dos sirvientas de la familia, varios miembros del gabinete telegráfico de La Moncloa y una nutrida escolta personal. Ésta ocupa casi la mitad de la capacidad del único hotel que hay en la zona, además de una villa de la urbanización, en segunda fila. Esta residencia, propiedad de un industrial amigo de Carlos Fabra, el presidente provincial del PP, es precisamente en la que los Aznar se alojaron el pasado verano.La visita de Aznar, por primera vez como presidente del Gobierno, ha obligado a poner en marcha un amplio dispositivo de seguridad en la zona. Agentes y policías de paisano controlan todos los accesos y cámaras de vídeo ocultas graban a los curiosos que se acercan demasiado a la villa que ocupa. Nadie puede entrar sin identificarse. Algunos de los miembros de las Fuerzas y los Cuerpos de Seguridad del Estado vigilan, desde la arena o el mar, cualquier movimiento extraño. Varias decenas de agentes completan el servicio de vigilancia permanente propio de la urbanización, compuesto por siete guardas que se turnan en la entrada. El Hospital General de Castellón ha reservado para la familia del presidente y su escolta dos habitaciones con un servicio UCI completo ubicadas en la zona nueva del centro sanitario.

Aznar se está convirtiendo en un presidente muy popular en Castellón. Los vecinos no pueden disimular su expectación cada vez que le ven salir del chalé, le ceden las pistas de pádel de la urbanización y se acercan a saludarle y estrechar su mano. Algunos le han convertido casi en héroe al conocer que una de, las unidades móviles que forman parte de su equipo de asistencia sanitaria recogió a un motorista accidentado y le trasladó hasta el hospital. Ana Botella llamó personalmente para interesarse por el joven. No obstante otros no le perdonarán que este verano se marche de Oropesa sin celebrar la habitual cena con los militantes del partido en Castellón y sí la organice en Quintanilla (Valladolid) a finales de mes.

La agenda de Aznar ha estado inevitablemente repleta estos días, pese a que él no quería programar ningún acto oficial. Pretendía dedicar sus vacaciones a la lectura y al pádel. El pasado miércoles,se desplazó hasta Mallorca para cumplir con su único acto programado: entrevistarse con el rey Juan Carlos, con quien tiene previsto volver a reunirse el viernes 16. Al día siguiente de su despacho con el jefe del Estado, el presidente interrumpió sus vacaciones para personarse en Biescas (Huesca) al conocer la tragedia del cámping Las Nieves.

De hecho, Aznar ni siquiera tenía prevista una reunión con los dirigentes políticos del PP en la Comunidad Valenciana, en contra de lo que hizo el año pasado. Sus responsabilidad de Gobierno le impidieron incluso asistir al cumpleaños de Fabra, el pasado día 2. Sin embargo, sus hombres de confianza no descartan que organice una cena con el presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana; Fabra y los alcaldes de Castellón y Valencia, José Luis Gimeno y Rita Barberá, respectivamente, para tratar la actualidad política.

El presidente tiene previsto quedarse en Oropesa hasta el próximo día 22, ya que el 23 debe asistir en Madrid al Consejo de Ministros, pero probablemente volverá a la costa castellonense a recoger a su mujer y sus hijos y pasará algunos días más en Les Platgetes.